¿Desaparecerá IU como opción política en Galicia?

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

El voto de IU en las generales del 2011
La Voz

Su dirección apoya el acuerdo de EU con Podemos, pero recela de su coste interno

09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La dirección estatal de Izquierda Unida, oficialmente, confía en que la alianza de sus federaciones de Galicia y Cataluña con las listas de Pablo Iglesias no generen «daños colaterales» en la pervivencia de la coalición levantada sobre los cimientos del PCE. «Tienen plena confianza para llegar a acuerdos en ambos territorios», advierte Adolfo Barrena, secretario de Organización de IU, que sin embargo deja en el aire una reflexión cargada de incógnitas sobre el papel que al final puede llegar a jugar la dirección central: «Esquerda Unida tiene una referencia estatal como la tiene también otro actor del posible acuerdo en Galicia como es Podemos», dice. «Veremos el acuerdo al que se llega y luego lo valoraremos», concluye el dirigente izquierdista tratando también de minimizar un debate que se ha abierto con cierta tensión en el seno de la coalición que lidera Cayo Lara y que electoralmente representará Alberto Garzón.

Ese acuerdo en Galicia con Podemos impedirá al votante tradicional de EU apoyar a Garzón aunque quiera, es más, puede servir en cambio para respaldar a Pablo Iglesias. «Es como si IU desapareciera como opción política en Galicia», se atreve a señalar un dirigente de la formación que hecha cuentas. «Sin Cataluña y sin Galicia -donde las federaciones de IU avanzan en el acuerdo con Podemos que los de Iglesias han rechazado para todo el Estado- tendríamos que obtener en el resto de España un 6,3 % de los votos para alcanzar el 5 % que establece el reglamento del Congreso para contar con grupo parlamentario propio». «Esos acuerdos nos suben el listón», añade la misma fuente.

En el 2008 los dos diputados de IU y los tres de ERC que trataron de aliarse organizativamente en la Cámara baja no fueron suficientes para contar con grupo parlamentario propio, pues aunque llegaban al mínimo de escaños necesario, solo sumaban el 4,93 % de los votos. Los críticos con el pacto en IU, que los hay, advierten además que las coaliciones que forme su formación en Galicia y Cataluña están abocadas a integrar el grupo mixto. No podrán sumarse a otros partidos en el Congreso para crear grupo propio si no es con rivales en las urnas en su mismo territorio. No podrán así pasarse diputados de Podemos al grupo gallego para completarlo, por ejemplo.

Por eso creen que aunque en Galicia EU aportó en el 2011 a su cuenta general solo 67.751 votos, todos pueden ser pocos ahora para contar con grupo parlamentario, fuente de financiación clave para su pervivencia. Con Anova agregada al espacio AGE desde su escisión del BNG, IU estima que Galicia pesaría más esta vez en sus urnas, pero tanto en Madrid como aquí advierten para bien y para mal, que el acuerdo gallego aún no está cerrado.

Diferente apoyo en las tres urbes

Jorge Suárez, alcalde de Ferrol y procedente de EU, es de los regidores urbanos que encabezaron listas unitarias el que más abiertamente se ha mostrado a favor de la alianza de su antigua formación con Podemos y el partido de Beiras. Martiño Noriega, alcalde de Santiago, se presenta en cambio como un observador del proceso, y el regidor herculino, Xulio Ferreiro, ha hecho un movimiento alternativo de alejamiento y acercamiento que ha acabado por dejarlo distante del pacto con sus excompañeros del BNG que ahora integran Anova y con el grupo de Pablo Iglesias que le dio el respaldo clave con su mitin en las municipales.