El PPdeG busca su cuarto secretario xeral

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

El partido afronta un proceso de renovación que ahora afecta también al número 2

08 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Sin unos buenos presidentes provinciales, un secretario general no puede cumplir al 100 % sus funciones», aseguraba Alberto Núñez Feijoo en la entrevista concedida a La Voz este fin de semana. Y esta es la filosofía que, enraizada en la importancia de los territorios en la estructura del PPdeG, subyace al curioso cambio de rol de su hombre más fiel, Alfonso Rueda, el actual número 2 del PPdeG que dará paso en primavera al cuarto secretario xeral del partido. El vicepresidente de la Xunta asume esta nueva etapa como «un paso adiante e en ningún caso como un paso atrás», en una provincia que puede ser clave para mantener el poder en la Xunta en las próximas elecciones autonómicas. La candidatura pontevedresa del PP a las generales, encabezada por Ana Pastor, obtuvo un 16,3 % menos de apoyo electoral que en el 2011, la mayor erosión electoral en Galicia, ligeramente superior a la de A Coruña (16 %), pero en ambos casos urgente para recomponer el partido en las circunscripciones más pobladas.

Alfonso Rueda
Alfonso Rueda SANDRA ALONSO

Este cambio de responsabilidad se produce en plena operación de renovación iniciada por Feijoo tras la pérdida de poder municipal, que también servirá para cambiar las caras de los presidentes provinciales en A Coruña y Lugo. Desde su refundación en 1989, el Partido Popular de Galicia, con Fraga al mando y Xosé Cuíña en la secretaría xeral desde 1991, disfrutó de 16 años de bonanza electoral en la comunidad, que se rompieron con la victoria insuficiente de Fraga en el 2005, que propició el Gobierno bipartito del PSdeG y el Bloque. La pérdida de la mayoría absoluta propició entonces un profundo proceso de renovación del partido, aupando a Feijoo a la presidencia y a Alfonso Rueda a la secretaría xeral, en la que sustituía a Xesús Palmou. La renovación, ahora, intenta hacerse antes de perder el poder autonómico, con los claros síntomas de desgaste que han dejado patentes las elecciones municipales y las generales.

Cargo supeditado al presidente

El cargo de secretario xeral estuvo siempre supeditado al poder omnímodo de los presidentes del partido, primero Manuel Fraga y después Alberto Núñez Feijoo. Aunque en el caso de Cuíña existían claras aspiraciones para suceder a Fraga y un indisimulado poder sobre el aparato del partido en Galicia, su posición privilegiada fue desmontada desde Madrid a raíz del accidente del Prestige, una operación que motivó su dimisión como conselleiro en el 2003 y acabó con sus opciones en la carrera por la sucesión. En el trasfondo de este episodio estaba el dilema de mantener una cierta autonomía en el PPdeG o plegarse a los designios de Génova. Antes que Cuíña y justo en el momento previo a la refundación del partido, estuvo en el mismo cargo, pero en Alianza Popular, el actual presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que sustituyó en el puesto a Xosé Luis Barreiro Rivas.

Hasta ahora, todos los secretarios generales tuvieron responsabilidades de gobierno en la Xunta. Cuíña fraguó buena parte de su predicamento entre los poderes locales y provinciales gracias a ser el responsable de la obra pública en la Consellería de Política Territorial. Palmou, por su parte, fue conselleiro de Xustiza (con un paréntesis de cuatro años en los que se dedicó en exclusiva a la secretaría xeral). Y el actual número 2, Alfonso Rueda, ocupa el mismo puesto en el escalafón del Gobierno como vicepresidente y conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas y Xustiza.

Así, entre las opciones para suceder a Rueda tras diez años en el puesto hay dos conselleiros: José Manuel Rey (Política Social) y Ángeles Vázquez (Medio Rural). Y un exconselleiro: Agustín Hernández.

Xesús Palmou
Xesús Palmou MARCOS MÍGUEZ