La formación estudia renunciar a su nombre en Cataluña, ante el empuje de Colau

G. B. MADRID / LA VOZ

GALICIA

La alcaldesa de Barcelona ha anunciado la creación de su propia fuerza política al margen de la estructura del partido morado

11 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis más grave que atraviesa Podemos es sin duda la de Cataluña, en donde está cuestionada la propia supervivencia de la organización con su nombre, una vez que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, aliada de Podemos, ha anunciado la creación de su propia fuerza política al margen de la estructura del partido morado. Cataluña es para Pablo Iglesias una autonomía clave, en la que la coalición En Comú Podem ha sumado 12 de los actuales 65 diputados con los que cuenta Podemos en el Congreso. La potencia de En Comú Podem condiciona en buena manera las estrategias negociadoras de Iglesias con el PSOE, ya que los socios catalanes insisten en exigir el compromiso de celebrar un referendo de independencia para firmar cualquier pacto con los socialistas.

El éxito en las generales de la confluencia catalana formada por Podemos llegó gracias al liderazgo de Ada Colau, después de que en las autonómicas de Cataluña, en las que la alcaldesa en Barcelona se mantuvo al margen de la campaña mientras Pablo Iglesias se involucró al máximo, Catalunya Sí que es Pot cosechara un pésimo resultado. Ese proceso minó el liderazgo de Iglesias en Cataluña y llevó a Colau a anunciar la creación de su propia fuerza política con aspiraciones de ganar las autonómicas y rechazando crear coaliciones y «sopas de siglas».

Consciente de que enfrentarse a Colau es imposible, Podemos ha optado por elegir primero a sus nuevos líderes en Cataluña y debatir después si mantener sus siglas o renunciar a ellas para integrarse en el partido de la alcaldesa sometiéndose a su liderazgo.