La escuela panóptica

Manuel Fernández Blanco
Manuel Fernández Blanco LOS SÍNTOMAS DE LA CIVILIZACIÓN

GALICIA

03 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Agencia Española de Protección de Datos ha dado su visto bueno al uso de cámaras de vigilancia en los centros escolares. El objetivo, además de prevenir el vandalismo y los robos, sería la protección de los alumnos que sufren acoso moral y físico. El fenómeno es mucho más frecuente de lo que se suele pensar y tiene consecuencias devastadoras para los alumnos y alumnas que son el objeto de esta violencia degradante.

Si tenemos en cuenta esto, parecería que cualquier medida que favoreciera el control de estas conductas debería ser bienvenida, aunque tenga el coste añadido de dar un paso más hacia la sociedad de la vigilancia bajo la mirada omnipresente de lo que Gérard Wajcman ha denominado El ojo absoluto.

Dudo, basándome en mi experiencia clínica, de que esta decisión resulte muy eficaz para prevenir el acoso. Para empezar, no es infrecuente que estas conductas se produzcan justo en los lugares en los que no podrán instalarse cámaras (como en los baños y los vestuarios). Por otra parte, los acosadores no renuncian fácilmente a seguir manifestando su sadismo y buscarán los espacios no vigilados para ejercerlo.

Sin que se pueda adelantar un beneficio claro de esta medida, avanzamos un paso más en la sociedad del control en la que todos vigilaremos a todos. La Agencia de Protección de Datos ha autorizado (en las guarderías) el acceso de los padres a las imágenes de las clases de sus hijos y de los espacios de juegos. Esto tiene como consecuencia que profesores y personal auxiliar (aunque se matiza que sus derechos deben ser preservados) pasarán a estar bajo el sentimiento de una inspección permanente, lo que no dejará de afectar a la libertad de su desempeño profesional y a su estabilidad psíquica. El modelo que se propone recuerda a la arquitectura que el filósofo utilitarista Jeremy Bentham diseñó para la vigilancia eficaz en las prisiones, y que fue aplicada en la construcción de centros escolares. El panóptico se fundamenta en la posibilidad de que, desde un único punto, un vigilante pueda controlar a todos los reclusos, pero sin ser visto. Las cámaras de vigilancia son la versión actual del panóptico. La eficacia de este dispositivo se basa en la desconfianza derivada del sentimiento constante de estar siendo vigilado. Educación cuenta con un protocolo para prevenir, detectar y abordar el acoso escolar. Me consta que, en general, se está aplicando con buenos resultados. ¿Es imprescindible avanzar hacia la escuela panóptica?