Los concellos recaudan cada mes 15 millones más que antes de la crisis

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Variación de ingresos por tasas e impuestos
La Voz

Impuestos más altos y la disciplina a la hora de cobrar explican la subida. Ferrol es la única ciudad en la que han caído los ingresos

01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ingresos municipales procedentes de impuestos y tasas no han dejado de crecer desde el inicio de la crisis. Por dos motivos. Por la subida de los tributos que pagan los ciudadanos, pero también por una mayor disciplina recaudatoria de los concellos, que ahora se aplican en un ámbito en el que muchos se inhibieron, lo que mantuvo a Galicia a la cola del Estado en presión fiscal municipal. Traducido a cifras, los ayuntamientos incrementaron sus ingresos procedentes de los impuestos directos (fundamentalmente, los que gravan los bienes inmuebles, actividades económicas y vehículos de tracción mecánica) en un 25 % desde el 2008. Esto supone que en las arcas de los 314 municipios entraron el año pasado 151 millones más por ese concepto que cuando estalló la crisis. A ese repunte de los ingresos tributarios también contribuyen las tasas, cuya recaudación creció en más de 8 millones en el mismo período. En total, entre impuestos directos y tasas, los concellos recaudaron 15 millones más al mes en el 2015 de lo que ingresaban en el 2008.

Los datos de las liquidaciones presupuestarias reflejan, además, que el incremento de la recaudación en los principales impuestos que gestionan los ayuntamientos fue mayor en los de menos de 50.000 habitantes que en las siete principales ciudades. Así, mientras en el resto de los 314 concellos el repunte alcanzó el 30 %, en las urbes se quedó en un 20. Hay otro dato que corrobora ese aumento del esfuerzo recaudador por parte de los municipios de menos de 50.000 vecinos. Al inicio de la crisis, aportaban algo menos de la mitad de los ingresos de los 314 ayuntamientos en impuestos directos. Ahora, ya superan la suma de los de las siete ciudades. Y lo mismo sucede con las tasas. En las arcas de las urbes entra ahora un 3,4 % más de ingresos por esa vía que en el 2008. Pero en los otros 307 concellos el incremento es del 9,3 %.

Datos por ciudades

Entre las ciudades, Ourense (26 %) y A Coruña (22,8) son las que han registrado mayores incrementos en la recaudación de ingresos directos desde el 2008. En cambio, Vigo lidera el repunte en ingresos por tasas (7,1 %).

El impuesto que ha contribuido en mayor medida a ese salto es el IBI urbano. La decisión del Gobierno de Rajoy de incluirlo en el real decreto que aprobó en diciembre del 2011 para tratar de corregir el déficit ha permitido a las administraciones locales compensar el desplome de los ingresos procedentes del principal de los impuestos indirectos, el que se aplica a construcciones y obras (Icio). La profunda crisis del ladrillo ha rebajado esa recaudación de 139,49 millones en el 2008 a 48,93 en el 2015. También aquí, el impacto para los ayuntamientos de menos de 50.000 habitantes (con una caída media del 65 % que es muy superior en municipios costeros que tuvieron más presión urbanística) ha sido mayor que en las urbes (en las que los impuestos indirectos aportan un 40 % menos).

La subida del IBI, que inyecta 40 millones más al año a los concellos desde el 2012, ha llegado de la mano de una actualización en la valoración de los inmuebles. Ese proceso de regularización catastral, que también ha sacado a la luz miles de viviendas que no habían sido declaradas, está dando lugar al envío de recibos por parte de muchos concellos para cobrar con efecto retroactivo los incrementos de la contribución del período 2013-2015. Es el denominado catastrazo, el resultado de la puesta al día del tipo impositivo aplicado al IBI.

Estos incrementos explican que los ingresos municipales derivados de los tributos y tasas representen ahora más de la mitad de los ingresos de los ayuntamientos gallegos, cuando antes de la crisis apenas suponían el 40 %. Se debe a que la presión fiscal ha subido en paralelo a la caída de los recursos que otras administraciones transfieren a los concellos.

La misma evolución se observa en las diputaciones. Aunque con un cambio relevante. En los concellos el grueso de los ingresos tributarios proceden de los impuestos indirectos (754,5 millones en el 2015), y en las diputaciones, de las tasas (130,2 millones). Pero mientras los municipios subieron un 9,3 % su recaudación por tasas desde el 2008, la de los organismos provinciales bajó un 6,3.