Un chaleco antibala para cada policía nacional que sale de la academia. Ese es el objetivo que tiene marcado el Sindicato Unificado de Policía (SUP) como una de sus principales reivindicaciones, y más desde que hace algo más de un año murió a tiros en Vigo una agente de la Policía Nacional, Vanessa Lage, que había acudido a una alerta de atraco a un banco. Ayer se insistió en esa reclamación durante la asamblea federal del SUP Galicia celebrada en A Coruña presidida por su secretario general, Roberto González. En el acto participó la secretaria general del sindicato a nivel nacional, Mónica Gracia, quien recordó que el SUP está reivindicando que los policías se enfrentan a un nuevo modelo de delincuencia «que está cada vez más preparada y más peligrosa», y por eso reclamó una vez más la máxima de «un policía, un chaleco». Reconoció que el Gobierno ha hecho un esfuerzo con el reparto de miles de chalecos en los últimos meses, pero al mismo tiempo aseguró que el sindicato seguirá exigiendo que haya un chaleco para cada miembro de la Policía Nacional.
La representante nacional del SUP reclamó la pistola eléctrica Táser como una dotación más de defensa de los agentes. Mónica Gracia aseguró que se trata de un arma menos agresiva y que al mismo tiempo ofrece más seguridad para los policías.
Recordó que el sindicato también ha vuelto a plantearle al Gobierno la unificación de la Policía Nacional y la Guardia Civil en un solo cuerpo policial de carácter civil.