La viguesa que admitió haber matado a su novio en Canarias dice que lo hizo porque este intentó violarla

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

ARCADIO SUÁREZ / CANARIAS 7

La acusación discrepa y afirma que lo mató a sangre fría, mientras estaba durmiendo

25 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La autora confesa del crimen de Arinaga, la viguesa Arantxa A. M., dijo a los guardias civiles ante los que reconoció el crimen, el 13 de julio de 2013, que había apuñalado a Jordi B. porque este había intentado penetrarla en contra de su voluntad. La acusación discrepa y afirma que lo mató a sangre fría, mientras estaba durmiendo, según relata el periodista Antonio F. de la Gándara en su crónica para Canarias 7.

Uno de los guardias civiles que acompañó a Arantxa A. M. al chalé de Arinaga donde había dado muerte a Jordi B. a finales de junio del 2013 expuso ante el jurado ayer, en la segunda jornada del juicio, que la joven le explicó voluntariamente y sin presencia de letrado que aquella noche Jordi había intentado tener relaciones con ella en contra de su voluntad. Según el testigo, la joven viguesa le dijo que habían «forcejeado» en el dormitorio y que después ella había bajado a la cocina y había ido a por un cuchillo. «No relató más, pero dio a entender que había subido y se lo había clavado», expuso. Otro guardia civil recordó que esa confesión espontánea se había producido estando cerca el padre de Arantxa, un policía local de Vigo que ese mismo día había llegado a Gran Canaria desde la península, después de que su hija le hubiera confesado el crimen por teléfono a su hermana la noche anterior, y que este, familiarizado con las investigaciones policiales, les había dicho que por favor dejaran de hablar con su hija sobre el crimen sin presencia de un abogado. Esta escena sucedía en la puerta del chalé de Arinaga instantes después de que se confirmara la confesión de la joven con el descubrimiento del cadáver en un váter del sótano de la casa. 

Olor a basura

Un aspecto controvertido de este juicio con jurado gira en torno al olor que podía haber en una casa en la que se ocultó un cadáver durante cerca de 18 días, en Arinaga y en pleno verano. La presunta encubridora del crimen, la canaria Tania D.S., dijo el lunes que apenas había percibido nada, solo un ligero olor «como cuando dejas la basura varios días en casa». La acusada usó ambientadores y pretendía tirar el cadáver por un barranco.