El Sergas inhabilita este verano una media del 13 % de sus camas y Ourense es la zona más afectada

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

CIG-Saúde asegura que algunos complejos hospitalarios cerrarán más de 200 camas

31 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Todos los años cuando llega el mes de junio los hospitales realizan estimaciones de los recursos que van a necesitar, teniendo en cuenta el descenso de la demanda asistencial y la planificación de las vacaciones de sus trabajadores. Y en función de esas previsiones inhabilitan una parte de sus camas, no solo para optimizar recursos sino también para realizar pequeñas obras que cuando los hospitales están a pleno rendimiento no pueden realizarse, o provocan más perjuicios a sanitarios y pacientes. Este verano, entre los meses de julio, agosto y septiembre, se cerrarán de media el 13 % de las camas de los hospitales gallegos. Teniendo en cuenta que hay entre 7.200 y 7.300, implica que se cerrarán unas 940. Es una cifra algo inferior a la del pasado año, en la que según el Sergas se superó el 14 %.

Por áreas sanitarias, la de Ferrol mantendrá habilitadas el mayor porcentaje de camas, un 89,5 %; seguida de A Coruña, con el 89 %; en Lugo y Pontevedra será aproximadamente del 88 %; en Vigo del 87 %; del 86 % en Santiago; y finalmente Ourense cerrará en torno al 15 %.

El director xeral de Asistencia Sanitaria, Jorge Aboal, insiste en descartar la expresión cierre de camas porque siguen allí, por lo que en un momento de pico asistencial pueden habilitarse rápidamente, como ocurrió en el CHUS tras el accidente de Angrois de julio. En el año 2015, por ejemplo, se hizo una estimación de uso de en torno al 85 % del total de camas, y finalmente el índice de ocupación se quedó en el 75 %, es decir, que de las que se mantuvieron operativas, de media solo se utilizaron tres de cada cuatro.

Al hecho de que complicaciones como las neumológicas o la insuficiencia cardíaca disminuyen en verano se suma otra casuística, la necesidad de que los trabajadores disfruten de sus vacaciones «ningún quirófano puede operar sin anestesista, por lo que deben adecuarse los recursos», explica Aboal.

Aunque el cierre de camas se realiza entre julio y septiembre, la incidencia no es la misma durante los tres meses, siendo la épocas de menor demanda de la primera quincena de julio hasta la primera de septiembre.

La CIG-Saúde levantó ayer la voz de alarma, al asegurar que algunos complejos hospitalarios cerrarán más de 200 camas. María Xosé Abuín, secretaria nacional, aseguraba que uno de los casos más llamativos es el de Vigo, en donde el Meixoeiro quedará prácticamente desmantelado. El sindicato nacionalista se pregunta cómo se compagina este cierre con el anuncio de Feijoo de que va a destinar cinco millones para reducir listas de espera.