Narcos arousanos buscan refugio en la Costa da Morte para descargar la droga

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

José Manuel Casal

Las fuerzas del orden tienen constancia de que hubo otros alijos previos al de la planeadora volcada cerca de Corme

25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La descarga de droga que tuvo lugar en la madrugada del 13 de junio en Camariñas habría pasado desapercibida si los narcotransportistas no hubiesen sufrido un accidente con la potente planeadora que utilizaron y no se hubiesen visto obligados a abandonar la embarcación que horas después apareció volcada con la quilla al sol cerca de Corme. Tan desapercibida como pasan la mayoría de las descargas. Los narcos gallegos hace tiempo que aprendieron que les conviene no llamar la atención, y en la discreción y la nocturnidad ocultan sus actividades.

Pero está habiendo descargas, en un peligroso retorno a tiempos que ya parecían superados. Lo aseguran expertos agentes que saben que días antes de lo ocurrido en Camariñas hubo otro desembarco de droga en la Costa da Morte que se saldó con éxito, y también no hace mucho, un tercero en Aguiño. «Sabémolo porque quedan algunhas pegadas das embarcacións na costa, ou porque días despois o recoñecen os propios mariñeiros, que os viron de noite. Pero outras veces non queda constancia algunha, porque hai anos sabíamos cando había unha descarga porque deixaban na praia botes de cervexa ou cigarros; agora limpan todo, saben que non deben deixar rastro, e por vez de planadoras utilizan barcos de pesca ou veleiros, que pasan máis desapercibidos; por iso semella que todos os desembarcos se están a facer agora en Andalucía, porque moitos os fan de día e a xente os ve, pero non é así».

Es una advertencia de quienes conocen desde hace décadas a los clanes históricos arousanos, de donde aseguran que proceden los cabecillas del desembarco de droga de la lancha volcada. Incluso les ponen nombres, aunque ahora tendrá que ser la EDOA -Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil- la que recabe pruebas para poder demostrarlo.

La hipótesis que cobra más fuerza es que uno de los grupos más activos de Arousa organizó la descarga en Camariñas con la ayuda de los clanes locales. Se trata de una alianza interesada que no es nueva; las sociedades entre los narcos arousanos y los de las Rías Altas siempre fueron fructíferas, aunque a veces los negocios no les salieron como planeaban, como ocurrió en el 2006 cuando David Pérez Lago, el hijastro de Oubiña, fue detenido en Corme en plena faena, o en el 2014, cuando el cambadés Rafael Bugallo camufló una potente planeadora bajo el aspecto de un inocente pesquero, aunque si su objetivo era no llamar la atención, fracasó estrepitosamente.

Falta de medios

Hace tiempo que los clanes no se casan entre sí. Se asocian para una descarga y luego cada uno sigue a lo suyo. Si esta vez los arousanos volvieron a contar con los del norte y trasladaron a esa zona sus embarcaciones se debe -las fuerzas del orden lo tienen claro- a que las descargas en la Costa da Morte son ahora pan comido. Las plantillas de los agentes de Aduanas no se renuevan y los medios son los mínimos. Solo disponen en Muros de una lancha de 30 años que no llega a alta mar, y si va la de A Coruña, cuando dobla el Cabo de San Adrián la faena está rematada.

Los medios que tiene Aduanas en Galicia se están trasladando al Estrecho

Si la situación de la Costa da Morte es grave, en el resto de Galicia tampoco mejora mucho la cosa. Hace años, Aduanas disponía de nueve lanchas; dos en Vilagarcía, dos en A Coruña, dos en Vigo, y una en Muros, Ribadeo y Marín. Ahora, Vilagarcía, A Coruña y Vigo solo tienen una; las otras dos se desplazaron a la lucha contra el tráfico de drogas en el Estrecho. Y la embarcación de Ribadeo, como la de Muros, es muy vieja. Además, se disponía de un avión que también fue derivado al sur y de un helicóptero que no siempre está en Galicia. Los datos cantan; los desembarcos en Andalucía son más numerosos y hacen falta medios. Pero las fuerzas de seguridad recuerdan que casi todos los barcos que se aprehenden en alta mar van con destino a Galicia. Y esos no se contabilizan.