Los refugiados sirios ya son sarrianos

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

GALICIA

Alberto López

Las dos familias están ya empadronadas en el municipio y a la espera de la cartilla sanitaria

28 jul 2016 . Actualizado a las 15:14 h.

Los once refugiados sirios que llegaron el pasado martes a Sarria ya son vecinos de esta villa. Cruz Roja y el Concello tramitaron ayer las altas en el padrón de habitantes. Las dos familias consiguieron dormir tranquilas en su primera noche en los pisos de acogida que les asignaron, en particular los niños, después de un agotador viaje con numerosas paradas. El siguiente paso será dotarlos de cartillas sanitarias para que al menos los siete niños puedan ser examinados por un pediatra. En la asamblea local de Cruz Roja recibieron la documentación de las once personas, -visado y salvoconducto, entre otra- parte de ella en árabe.

Las dos familias musulmanas, que se asentaron cada una en una vivienda, situada a unos cien metros una de la otra, no acudieron al consistorio para realizar los trámites para no exponerse públicamente. Una de ellas salió de su domicilio por la mañana para acudir a la otra vivienda, en la que tenían previsto comer todos juntos. El trayecto lo realizaron acompañados de técnicos de Cruz Roja.

Ayer por la tarde estaba previsto que llegara a Sarria otro intérprete para que las familias y el personal de Cruz Roja pudieran entenderse con fluidez. En tanto no encontraron el profesional, la organización no gubernamental echó mano de una mujer marroquí que acude a las clases de español en la sede sarriana de la ONG

Galletas jordanas

El día anterior acompañó a la expedición lucense a buscar a los refugiados a Madrid un joven jordano afincado en A Coruña junto a su esposa, y que forma parte de una ONG que prestó apoyo a Cruz Roja en esta operación. Acudió al aeropuerto con una caja de galletas para las familias, elaboradas por su esposa especialmente para darle la bienvenida a los refugiados.

El presidente de Cruz Roja de Sarria, Jaime Capellá, apuntó que en el primer encuentro que mantuvo con los integrantes de las dos familias le comunicaron su interés por empezar a aprender español cuanto antes para poder comunicarse. Capellán señaló que ahora se dará paso a una segunda fase que contempla la búsqueda de un empleo para que las familias puedan vivir por sí mismas de forma independiente.

Las dos familias que ahora viven en Sarria pidieron acogerse al Estatuto del Refugiado y en el listado que les mostraron sobre posibles países de destino eligieron España. No han trascendido las razones por las que efectuaron la selección. Una vez en la Península Ibérica les asignaron Galicia como punto de destino.

Fuentes de Acnur, por su parte, señalaron ayer que los once refugiados que llegaron a Sarria proceden de Líbano, un país de cuatro millones de habitantes, de los que un millón son refugiados sirios, que empezaron a llegar desde marzo del año 2011, en un éxodo continuo. No supieron precisar el origen concreto de las dos familias de Sarria, ni el tiempo que llevaban fuera de su país como consecuencia de la guerra, ni si alguno de los niños nació ya en el primer país de acogida.

La razón que lleva a los sirios a pedir el reasentamiento a otro país diferente al Líbano, según Acnur, son las difíciles condiciones en las que viven en este país árabe, próximo a la zona de conflicto, como consecuencia de que a este país no llega ni la mitad de la ayuda que necesitaría. Además de la saturación en la que se encuentran los servicios públicos y su precariedad. 

Vulnerabilidad

La selección que realizaron de las personas que viajaron en el avión que llevó a las dos familias a Madrid, antes que emprendieran el camino a Sarria, fue su vulnerabilidad. En algunos casos, como podría ser este, como consecuencia de alguna enfermedad o necesidad de tratamiento médico. Uno de los niños sirios padece una discapacidad y de los adultos, uno resultó herido en un bombardeo.

La organización de la ONU para los refugiados apuntó que en Líbano no viven, a diferencia de otros países, en asentamientos tipo campamento, sino en pisos en los suburbios de las ciudades o en tiendas de campaña en solares por las que les cobran 100 euros al mes.

La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, mostró ayer su satisfacción por «poder poñer os recursos dispoñibles da Comunidade autónoma para contribuir a paliar o drama humanitario que viven os refuxiados». Continuó diciendo la Xunta desea que «as viviendas baleiras de Galicia cumpran unha función social, e nela encaixa a atención aos refuxiados que atravesan unha situación extrema e precisan toda a axuda e solidariedade para comenzar unha nova vida en paz».

«Sarria ya tiene experiencia en acogidas y estamos dispuestos a recibir a alguno más» 

Pilar López, alcaldesa de Sarria, asegura que está muy orgullosa de que esta localidad haya sido la primera de Galicia en recibir refugiados. La regidora socialista no descarta acoger en el futuro a otras familias. 

-¿Cómo cree que recibió Sarria la llegada de las dos familias sirias?

-No me ha dado mucho tiempo a hablar con la gente porque todo se hizo de forma confidencial. Creo que el pueblo de Sarria es perfecto para este tipo de iniciativas. Sus gentes son muy afables. Reconozco que llegaron en un momento complicado y que puede haber algunas personas que no lo vean bien. En general creo que la acogida será buena. Sarria ya tiene experiencia en este sentido porque acogió refugiados durante la guerra de Kosovo y ahora estamos dispuestos a recibir alguno más. La familia, con tres hijos, lleva más de 20 años con nosotros, perfectamente asentada.

-¿Se puso en contacto con las familias sirias?

-No. De momento no. Estoy en contacto permanente con el presidente de Cruz Roja local, Jaime Capellá, que es la organización que está llevando el peso, que me ha comunicado que lo que hay que hacer en estos momentos es dejarlos descansar. Hoy iban a ir a empadronarse al Ayuntamiento, pero había tal expectación que tramitamos la documentación sin su presencia para evitar exponerlos públicamente. Apenas tengo información sobre ellos. Sé que cada familia está en su piso.

-¿Sarria estaría dispuesta a recibir a más refugiados?

-Sí. Por supuesto, hasta donde podamos llegar. En el Ayuntamiento no disponemos de pisos para alojarlos, pero eso no es problema. Podríamos gestionar alguno.