Las provincias de Pontevedra y A Coruña, en alerta por fuertes lluvias desde esta noche

L. G. V. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

Durante la mañana el tiempo se mantendrá seco y estable en toda la comunidad y a mediodía comenzarán las precipitaciones en la franja atlántica

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada de una borrasca desde el Atlántico con un frente muy activo asociado marcará la situación meteorológica de esta jornada. Si bien durante la mañana el tiempo se mantendrá seco y estable en toda la comunidad, el frente comenzará a entrar por el suroeste a partir del mediodía, dejando precipitaciones intermitentes en las provincias de Pontevedra y A Coruña. Por la noche, la banda frontal se extiende al resto de la comunidad dejando lluvias en toda Galicia.

Pontevedra y A Coruña serán las más damnificadas por el paso de este frente, ya que durante esta madrugada se podrán acumular hasta quince litros de lluvia por metro cuadrado en una hora. Es por eso por lo que tanto Protección Civil como Meteogalicia han puesto en situación de alerta amarilla a estas provincias. Además, en estas zonas es muy probable que las precipitaciones den paso a episodios de tormentas. Según asegura Lino Naranjo, experto de Meteogalicia, «el domingo por la mañana continuarán las lluvias con carácter intenso», aunque «con el desplazamiento del frente hacia el este se irán debilitando y por la noche habrá dejado de llover». De hecho, la previsión del lunes indica que vuelven los claros a Galicia.

El experto, añade que, aunque no haya una advertencia como tal, hay que estar atentos a los vientos, que «soplarán de componente sur y con fuerte intensidad en el litoral atlántico y en zonas altas durante la jornada de mañana».

Protección Civil recomienda a aquellos que vayan a ponerse al volante que extremen las precauciones y limiten la velocidad. Asimismo, aconseja que se circule por carreteras principales y autopistas y recuerdan que, en caso de tormentas súbitas y lluvias intensas, se debe tener en cuenta el lugar donde se aparcan los vehículos, ya que el rápido ascenso del nivel del agua puede dañarlos.