Emigrantes, Xunta y oposición apoyan la implantación del voto por Internet

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

Solo el Bloque pide que se mantenga para la diáspora el sufragio rogado

13 dic 2016 . Actualizado a las 09:44 h.

El debate sobre el modo en el que la emigración puede participar en las elecciones semeja haberse reabierto de manera definitiva tras el informe que la Junta Electoral Central ha emitido contra el voto rogado y las trabas que los residentes en el exterior encuentran para votar. La implantación del voto por Internet que propone recibe en Galicia una adhesión casi unánime.

«A última reforma electoral tivo como obxectivo darlle as máximas garantías ao voto exterior que quedara en cuestión, pero converteuse nunha carreira de obstáculos que fixo que baixara a participación», reflexiona Antonio Rodríguez Miranda, secretario xeral da Emigración de la Xunta, que rechaza sin reparos el voto rogado. Para el enlace con la diáspora, la voluntad del Gobierno gallego de modificar el sistema electoral «é claro. Teñen que poder votar igual que un habitante na Galicia territorial». Rodríguez Miranda advierte que programas informáticos españoles son utilizados en otros países en sus elecciones, por lo que aboga por aprovecharlos y sumar nuevas fórmulas de participación al voto por correo, o en urna en los consulados, y que las mesas electorales se extiendan incluso a centros gallegos y españoles en el extranjero.

Malestar en América

Con vehemencia contra el voto rogado se expresa desde Nueva York Ángel Capellán, presidente de la Comisión de Derechos Civiles y Participación del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior: «Desde el 2010 exigimos que se envíe de oficio el voto por correo a todos los electores y se implante el electrónico en cuanto fuera posible». Capellán desvela que «un delegado del Instituto Nacional de Estadística nos dijo al consejo que el voto por Internet podría ultimarse en solo dos meses a partir de que lo decidiesen las Cortes, pero ha faltado voluntad política», lamenta. Adoptarlo ya, eliminar el voto rogado y que la emigración elija a sus diputados formará parte de las peticiones que la representación de la emigración pretende trasladar a los grupos políticos del Congreso, «donde no se nos ha hecho caso, ni se nos recibe», concluye.

Marea Granate, la plataforma apartidaria asentada entre la emigración más reciente, comparte el rechazo al voto rogado, pero califica de «falso remedio» el voto por Internet. Las dudas sobre la confidencialidad de su emisión, la dificultad para comprobar que se ha contabilizado el voto en el sentido dado, la brecha que puede representar el acceso a la tecnología e incluso los ataques informáticos generan dudas al colectivo granate que lo llevan a optar por la simplificación de la burocracia electoral, mejorar la información sobre los pasos a dar y ampliar el personal y servicios consulares.

El BNG comparte los mismos reparos sobre las garantías de la vía digital. «Non hai tecnoloxía suficiente. Cando haxa garantías plenas, cando non se dependa de empresas donas de servidores e programas pode ser unha opción, agora non», dice Alberto Souto, responsable jurídico del BNG, que defiende que se mantenga el voto rogado, «como para calquera residente no Estado que queira votar por correo».

En Marea rechaza el voto rogado por ser una traba y aplaude la propuesta del voto electrónico. «Recibimos múltiples denuncias de persoas que sofren unha odisea para exercer o seu dereito ao voto», dice la parlamentaria Carmen Santos, que, tras renegar del voto rogado, pone a En Marea como ejemplo de apuesta por el voto telemático al escoger a sus candidatos por esa vía.

El diputado socialista Ricardo García Mira rechaza el voto rogado y apoya la vía informática también ante «la desmovilización que generó la reforma anterior», que tacha de «fracaso». El diputado aboga por dedicar esfuerzos investigadores a blindar el voto por Internet.