Una treintena de ayuntamientos con alcaldes sin mayoría absoluta han logrado aprobar los presupuestos del 2017, mientras que en otros 111 en los que la oposición es minoritaria, siguen sin su guía económica
05 feb 2017 . Actualizado a las 13:57 h.La Ley Reguladora de las Haciendas Locales establece una obligación a los ayuntamientos: que el pleno de la corporación apruebe de manera definitiva el presupuesto del ejercicio siguiente antes del 31 de diciembre de cada año. La ley no está acompañada de mecanismo alguno que se active frente a los consistorios que no cumplan la norma, aunque habilita la prórroga automática de las mismas cifras y partidas del año que se concluye también para el siguiente si no han aprobado unos nuevos presupuestos. Ames y Gondomar repiten las mismas cuentas desde el 2012, Padrón, desde el 2014, por ejemplo.
En esta situación se encuentran la gran mayoría de los concellos gallegos, acostumbrados por lo general a tomarse con calma la confección de su documento económico, condicionado por los repartos que hagan la Administración autonómica y la estatal. Mientras la Xunta está dando los últimos pasos para activar sus cuentas del 2017, el Estado no lo hará hasta marzo o abril, y esa situación está perjudicando a los ayuntamientos, que ni conocen la cuantía de las transferencias que van a recibir, ni el incremento salarial que deberán aplicar a sus plantillas. A mayores, muchos no saben tampoco la distribución de los planes y subvenciones de las diputaciones, básicos para sus inversiones.
De los 313 concellos de Galicia solo 130 ya gestionan con los números pensados para este año. Es el caso de Vimianzo: se aprobaron los presupuestos del 2016 antes del 31 de diciembre del 2015 y los del 2017 figuran ya en el BOP del 27 de diciembre del 2016. «Está claro que desde que temos maioría absoluta cumprimos as nosas obrigas», explica el regidor, Manuel Antelo (Adiante Vimianzo). Recuerda que en los cuatro años que gobernó en minoría aprobó los presupuestos del 2012 por medio de una cuestión de confianza y, para el 2015, «en minoría coa ausencia da oposición tras intentalo tres veces». «É máis, dende antes do 2011, arrastramos todos os anos recoñecemento extraxudicial de créditos por máis de 250.000 euros. Cos orzamentos do 2016 conseguimos reducilo a 35.000, nun contexto do 99 % de execución», detalla.
Los otros 183 concellos gallegos se mueven entre presentarlos en breve o adaptarse a los del año pasado, después de que se derogase la posibilidad de aprobarlos en junta de gobierno si se acumulaba un ejercicio con las cuentas prorrogadas.
Contar con mayoría absoluta no se traduce en una aprobación de presupuestos en tiempo y hora, de la misma manera que no gozar en la alcaldía de ese margen tampoco implica no poder sacarlos adelante.
Hasta 111 ayuntamientos en los que el partido del alcalde cuenta con la mitad más uno de los ediles de la corporación no han presentado todavía sus presupuestos para el 2017. Ochenta regidores del PP con mayoría absoluta no han aprovechado esa ventaja para cuadrar sus cuentas; como tampoco 19 del PSOE; 7 del BNG; 4 independientes, y uno de En Marea. Tampoco el último en nacer Cotobade-Cerdedo estrenó el año con las cuentas claras, la prioridad, dice el alcalde, fue ver las sinergias entre los dos territorios fusionados y atender las necesidades sociales.
Veintinueve son los regidores en minoría que han logrado pactos para aprobar sus cuentas.
Son 22 los ayuntamientos que dispondrán este año de menos dinero que el pasado (Irixoa y A Capela son los que más reducen), los demás crecen, con Santiso y Mondariz-Balneario en cabeza.
Información de X.R. Penoucos; J.M. Palacios; M. Cobas; C. Ponce; L.C. Llera; M. Cuadrado; I. Eiroa; S. Barral; T. Silva; D. Vázquez; M.T. Rodríguez; M. Gago; C. Barral; S. Serantes; C. Cortés; S. González; E. Araújo; M. Afonso; C. Elías; M. Meizoso; P. Blanco; J. Benito; B. Capelán; A. Gerpe; S. Garrido; J. Alonso; B. Costa; M. Santaló; E. Souto; E. Silveira; A. Cuba; R. Pita; E. Forján; N. Noguerol; U. López, y C. Punzón.