La Xunta descarta levantar la prealerta por sequía a pesar de las últimas lluvias

Susana Acosta
S. Acosta REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

SEQUIAH

Este jueves se reunirá de nuevo la Oficina Técnica da Seca para analizar la situación

06 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las lluvias del último mes siguen sin ser suficientes para que las dos instituciones que gestionan las cuencas hidrográficas gallegas, Augas de Galicia y la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, levanten la prealerta por sequía. Así, lo han manifestado las dos gestoras que no se atreven a poner fecha al final de situación excepcional. En lo que sí coinciden es en afirmar que el caudal de los ríos va por buen camino y aumenta a medida que avanzan las semanas.

Por lo pronto, la Oficina Técnica da Seca de la demarcación Galicia Costa, encargada de realizar el seguimiento de la situación, se reunirá el próximo jueves para realizar un balance de las últimas lluvias y ver el estado del caudal de los ríos, que es lo que más preocupa en estos momentos. Aún así, no se prevé en ningún caso que en esa reunión se decida levantar la prealerta ya que todavía el caudal de los afluentes se encuentra en niveles bajos para la época: «Ahí se decidirá darle todavía algo más de continuidad a la prealerta» reconocen desde Augas de Galicia. «Quizás para la próxima ocasión, si continúa lloviendo con normalidad, se concluya que ya estamos en unas condiciones que pueden considerarse de normalidad», puntualiza la Xunta, que recuerda que para activar la prealerta de sequía se valoró el nivel de los embalses, que siguen estando más bajos para lo que es normal; el caudal de los ríos, que ha sido la principal razón por la que se decidió activar esta prealerta y aunque ya no están tan bajos como en enero, todavía no han alcanzado niveles habituales para esta época; y el tercer factor son las predicciones meteorológicas, que mejora la situación, tras la llegada de sucesivas borrascas a la comunidad.

Sobre este aspecto, recuerda la Consellería de Medio Ambiente que no tiene que llover con intensidad pero sí de una manera continuada durante en este mes y también en abril. Los datos de precipitación acumulada en el mes de febrero permiten ser relativamente optimistas ya que llovió lo habitual para esta época, pero no permite que se pueda baje la guardia al respecto.

Aún así, la Xunta insiste en que la situación no es alarmante, ni preocupante. Y recalca también que el comportamiento de los embalses de abastecimiento es bueno.

Un 20 % con menos agua

Según explica Augas de Galicia, los embalses están en toda Galicia cerca de un 20 % por debajo de la media de los últimos cinco años, mientras que con respecto al año pasado se sitúan en un 27,66 %. En el caso de la Demarcación Galicia Costa, la situación es similar a la media de toda Galicia. Se encuentran un 23,17 % más bajos con respecto al 2016 y un 16 % por debajo de la media del último lustro. En cuanto a los de abastecimiento, la Consellería de Medio Ambiente aclara que están incluso un 3 % por encima de la media de los últimos cinco años y un 5 % sobre el 2016, al estar al 74,65 % de su capacidad. «Cuando se decretó la prealerta por sequía no fue tanto por la situación de los embalses sino el caudal de los ríos, que en enero estaban en mínimos históricos para esa época del año», explica Augas de Galicia que reconoce que todavía algunos cauces circulan con aforos muy bajos para esta época. De hecho, y fuera de su demarcación, el río Miño, el más largo y caudaloso de Galicia, movía el pasado mes de enero un 87,5 % menos de agua que en enero del 2016. Y el Sil, su principal afluente, circulaba con casi un 92 % de agua menos, especialmente a su paso por O Barco de Valdeorras.

El Miño y Sil siguen presentando caudales inusuales para esta época del año

Según la Confederación Hidrográfica Miño Sil, la precipitación media acumulada en su demarcación en el presente año hidrológico, que comenzó el pasado 1 de octubre, es un 42 % inferior de la media histórica, que va desde 1980 hasta el 2012, al recogerse 406,2 litros por metros cuadrado. Si la comparativa se realizada con el año hidrológico anterior, el de 2015-2016, la lluvia caída en ese ejercicio es más del doble que la de este año y un 24 % por encima de la media histórica.

Según los informes que maneja esta institución, el grueso de las precipitaciones en este año hidrológico se concentraron en tres períodos. Entre el 11 y el 23 de octubre, se acumularon 47,3 litros por metro cuadrado, mientras que entre el 1 y el 28 de noviembre, se acumularon 123,1 litros por metro cuadrado. Pero, sin duda, el período que más precipitación acumuló y que más contribuyó al aumento del caudal de los ríos ha sido el comprendido entre el 24 de enero y el 12 de febrero, donde se registraron 182,8 litros por metro cuadrado. En estos tres períodos se llegó a acumular un 87 % de toda la lluvia recogida en este año hidrológico.

Aún así, los ríos Miño y Sil siguen presentando caudales bajos para esta época del año, aunque también es cierto que están afectados por numerosos elementos de regulación del agua existentes en sus cauces. También circulan en la actualidad especialmente bajos para un mes de febrero, los ríos Arnoia, Sarria, Limia, Cabe y Louro.

En cuanto a los embalses de esta demarcación, se encuentran al 62 % de su capacidad máxima, un 1,3 % más que la semana pasada, pero un 29 % menos que hace un año y un 12 % inferior a la media histórica. Y si analizamos los datos de la demarcación Galicia Costa, los embalses están a un 64 %, un 0, 73 % menos que la semana pasada, un 25 % inferior que hace un año y un 13 % por debajo de la media histórica.