Medicina: una facultad, siete hospitales

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

Los médicos de Vigo reclaman que haya más profesores para atender al número de alumnos que tienen

17 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia estrena este curso una descentralización efectiva del grado de Medicina. Los estudiantes realizan los cinco primeros cursos en Santiago y el sexto, que es el de práctica clínica, se lo reparten entre los hospitales de las siete ciudades. Era una vieja demanda: comenzar la descentralización de Medicina y, de paso, convertir en real el nombre oficial que tienen los centros gallegos, que no son hospitales, sino complejos hospitalarios universitarios.

El Álvaro Cunqueiro de Vigo es el que más lo ha notado, porque el Sergas ha contratado nueve profesores nuevos, gracias al acuerdo entre las tres universidades, que llevaba casi una década bloqueado. Los hospitales de Vigo y A Coruña reciben este curso un centenar de pacientes cada uno, Santiago 150, y los hospitales intermedios, una treintena.

En Vigo hay 23 profesores. Uno de ellos es, desde hace dos meses, José Encisa, jefe de servicio de angiología y cirugía vascular. Su especialidad ni siquiera tiene una asignatura específica en la carrera, pero la estancia de los estudiantes en el hospital les vale para conocerla. A muchos les sirve incluso para algo fundamental en un chaval que ya casi es médico: «Se lavan y entran en quirófano, les enseñamos a colocarse, se ponen encima del paciente abierto y, dependiendo de la operación que esté programada, ayudan a secar o aspirar. Para muchos, la primera vez que se lavan es cuando hacen la especialidad», dice Encisa. Pero, claro, esto ya es con el diploma bajo el brazo y el MIR aprobado.

Las especialidades quirúrgicas son muy atractivas para los alumnos por los medios. En las médicas se buscan la vida. Es el caso de neumología, un servicio que hace procedimientos diagnósticos. «Los estudiantes exploran a los pacientes, pero no hacen procedimientos», aclara el jefe del servicio, Alberto Fernández Villar, también uno de los nuevos docentes.

Pero en el hospital se quejan de que son pocos docentes. «Es un número escaso de profesores. Debería haber una normativa que dijera que por cada tantos alumnos debe haber tantos asociados», dice el jefe de neumología, que llevaba años acreditado para ser profesor y no ha podido presentarse a una plaza hasta ahora. Además de los profesores asociados, existe la figura de colaborador docente, que no está remunerada. En Vigo hay 338.

Encisa está de acuerdo: son pocas plazas. En Santiago también hay un problema de plazas. De las 80 que el Hospital Clínico tenía concertadas con el Sergas hace 16 años quedan la mitad. En Vigo, mientras, aspiran a más. «La pelea de este año es conseguir más profesores, porque hay servicios importantes que no tienen ninguno. Incluso atención primaria, que tiene un papel muy relevante», dice el coordinador de la docencia de Medicina en el complejo vigués, el pediatra José Ramón Fernández Lorenzo.

Incluso el gerente del área sanitaria considera que la descentralización de la Medicina puede ser más ambiciosa. «Creo que hai capacidade para aumentar o papel do Chuvi na docencia. Isto é moi importante para os nosos hospitais, que teñen vocación docente», dice Félix Rubial. El termómetro que sirve a Rubial para valorar que la docencia que ofrece el Chuvi es buena es la satisfacción que transmiten los estudiantes de sexto. Uno de ellos es Iago Couso, representante de los alumnos. Cuando se le abrió la posibilidad de hacer sexto en Vigo, no lo dudó: «En Santiago hice prácticas de tercero a quinto. Cuantos más alumnos hay también hay que dividir la atención entre más», explica. Está contento con cómo está yendo el curso y ya se apunta como candidato a especialista en neurología. «En el hospital se nota que quieren tener alumnos, los profesores están bastante comprometidos», asegura.