¿Y ahora cómo vuelvo yo del cole a casa?

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Confusión entre algunos padres por la decisión de mantener el transporte escolar para la ida y suprimirlo a la vuelta

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fueron en total 7.919 alumnos gallegos los que se vieron afectados por la supresión del transporte escolar, una medida que ha generado algunas críticas entre los padres ya que supone prácticamente quedarse sin clase, aunque la actividad lectiva no se haya suspendido en estos municipios. La Consellería de Educación justifica esta decisión aclarando que se basa «na situación de risco existente para o transporte colectivo en función da predición meteorolóxica» y considera que este tipo de desplazamientos suponen «un risco maior que noutro tipo de vehículos, polo que adopta a decisión de suspender o transporte escolar co fin de garantir a seguridade do alumnado».

La suspensión de los buses escolares se activaba este miércoles a mediodía hasta el jueves a la misma hora, de tal manera que el miércoles estaba operativo a la hora de llevar a los escolares a clase, pero no para recogerlos a la salida. Este jueves, en cambio, ocurre lo contrario: los alumnos de los 173 concellos afectados por la medida, en caso de que sus padres quieran que acudan al colegio, deben buscar un transporte alternativo para llegar, pero sí tendrán autobús para regresar a casa. Esta situación creó confusión en algunas familias. En muchos casos, los padres optaron por no enviar a los niños al colegio, de manera que muchas aulas se quedaron vacías.

Refriega política

La medida adoptada por la Xunta dio también pie a la refriega política: el portavoz de educación del grupo parlamentario socialista, Luis Álvarez, acusó ayer al Gobierno gallego de trasladarles a los padres y a las direcciones de los centros educativos «a responsabilidade de garantir o funcionamento do transporte e a suspensión das clases», posición que también secundaron sindicatos educativos. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, insistió en que las alertas las emite la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y que hubiese sido irresponsable no atenderlas. Asimismo, recordó que, aunque el transporte colectivo no podía circular, el privado sí. Sobre una posible anulación de las clases, Rodríguez argumentó que esa posibilidad se había descartado por la diferencia en las previsiones según las zonas. En todo caso, dijo, se delegó esa posibilidad en los directores de los centros, que sí podían decidir suspender la actividad lectiva si consideraban que existía algún riesgo. Aunque las clases no se suspendieron, Educación sí canceló todas las actividades que se desarrollan en el exterior de los centros educativos para evitar posibles percances.