Muerte de un cementerio

Elena Silveira
elena silveira CAMBRE / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Sanidade derriba unos nichos ilegales en Cambre después de tres décadas de la sentencia judicial

11 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia, donde no paran de construir cementerios, ayer se derribó uno. «Por fin». Esto decían en Bribes, una parroquia de Cambre. «Por fin tiran os nichos. Xa era hora», comentaban los vecinos. Y solo les faltó aplaudir, porque llevaban esperando a que se produjese el derribo más de treinta años.

Este camposanto vecinal, al lado de la iglesia de San Ciprián, se construyó por iniciativa particular en 1981. Aunque no cumplía la normativa, la Xunta autorizó las obras y se levantaron dos líneas de panteones con 200 nichos. A pesar de las demandas, el cementerio se inauguró y se celebraron entierros. Pero en 1985 llegó la primera sentencia ordenando el derribo. Tras varios recursos, en 1992 el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia resolvió que la Consellería de Sanidade debía proceder al derribo en el plazo de un mes. Para preparar la demolición, los pocos muertos fueron exhumados y trasladados a otro camposanto.

El Concello de Cambre tuvo que hacer requerimientos continuos para que se cumpliese una orden judicial, el último en el año 2015. Aun así, Sanidade no pidió los permisos hasta el pasado octubre. Y fue ayer cuando las máquinas le dieron la extremaunción.

«Me entraban ratas en casa»

«Cae coma se fose de mantequilla», relataba un vecino mientras veía cómo la pala tiraba los nichos. «É que foi moi mala construción. Sanidade a día de hoxe non daría autorización nin de broma», explicaba. A la alegría por ver desaparecer la larga hilera de tumbas, se sumaba cierta impotencia por los años perdidos. «Levo moito tempo enfadado, e agora sigo igual. Quen me compensa a min todos os malos ratos que pasei nos últimos trinta anos por este tema?», explicaba ayer Luis, uno de los afectados que más luchó contra este cementerio vecinal. Maruchi, en cambio, no podía esconder su alegría: «Hoy tuve una satisfacción muy grande. Habíamos ganado en los tribunales y se había derribado una primera fase, pero esta quedó aquí... Y por culpa del abandono me entraban las ratas en casa», recuerda.

El caso de Teresa, otra vecina, era peor. Su finca linda con la parte de atrás de los nichos y debido a la maleza y los roedores tuvo que trasladarse de casa. «¿Si pienso en volver? No. En tres o cuatro meses la maleza volverá a estar como ahora».

Los vecinos piden que se haga un parque y un aparcamiento. El Concello tomó nota.