El Bloque decide cambiar su logo después de 25 años sin actualizar su imagen

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El logo tradicional del BNG
El logo tradicional del BNG

El nuevo diseño, aún pendiente de terminar, buscará una «imaxe cunha estética máis actual e próxima»

19 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía no han cerrado el dibujo definitivo, pero el Bloque ha decidido llevar a cabo un rediseño de su identidad corporativa, un cambio que afectará al logotipo de la organización y que será la primera gran transformación en su imagen en los últimos 25 años. En el llamado proceso de refundación, en el nuevo rumbo, el BNG mantiene el modelo frentista con el que nació en Riazor hace 35 años y también permanece inamovible su rechazo a llegar a acuerdos con fuerzas de obediencia estatal. Ahí poco o nada ha cambiado en el discurso. Pero sí hay elementos nuevos: el emergente liderazgo de Ana Pontón y el ascenso a la dirección de una generación nueva, por debajo de los 40 años.

«O novo logotipo será igualmente recoñecible como BNG, porque non se busca unha ruptura nin converterse en algo diferente, senón transmitir a imaxe dun Bloque moderno, cunha estética máis actual, aberto e próximo», explican fuentes consultadas en la organización.

El cambio en la imagen corporativa, que se dará a conocer en breve, viene precedido una nueva estrategia en la comunicación, como ya pudo apreciarse en las pasadas autonómicas, con mayor peso en los vídeos electorales y con el material alternativo utilizado, sobre todo, en redes sociales. Particularmente llamativa fue la guerra de carteles electorales con el PP a propósito de una broma con las orquestas.

Esta estrategia tiene como artífice a Xabier Campos, el nuevo responsable de comunicación, que tendrá en la ejecutiva a dos personas también en su área, Olaia Ledo y Olalla Rodil.

El nuevo márketing de la organización nacionalista también se plasmó en el cartel de la última asamblea nacional, celebrada en A Coruña a finales del pasado mes de marzo. Una imagen alejada de la estética de la pancarta y de la protesta y con un diseño mucho más parecido al universo de Ikea para conectar con la gente más joven y transmitir un mensaje nuevo.