La factura de Fomento que tendrán que pagar los gallegos

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

Las arcas públicas se llevaron por los impuestos sobre la concesionaria 347,9 millones

20 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En los 22 años que la autopista del Atlántico lleva proporcionando rentabilidad a la empresa concesionaria, el Estado ha sido el gran beneficiario del pago de los peajes afrontados por los gallegos. Mientras Audasa obtuvo con su actividad un beneficio neto de 770 millones de euros entre 1995 y el 2016, las arcas públicas se llevaron por los impuestos sobre la concesionaria 347,9 millones. Al igual que de cada tres euros pagados en peajes en la AP-9 uno se convierte en beneficio limpio para Audasa (ya se han pagado 2.657,7 millones), de cada tres euros de ganancia bruta para la concesionaria uno acaba en las cuentas de Hacienda, por el impuesto de sociedades y el IVA.

¿Y qué ha hecho el Estado con ese dinero en favor del usuario de la autopista gallega? Pues básicamente pagar desde el 2006 la gratuidad del paso por Rande y A Barcala. El año pasado se dedicó a ese fin 6,5 millones, frente a los otros 15 millones que contabilizó Hacienda en su favor vía impuestos.

Quedaría, por tanto, margen para dedicar parte de esos fondos obtenidos de los usuarios de la AP-9 en las mejoras que los cuatro últimos ministros de Fomento han pactado con Audasa introducir en el vial, pero cuyo gasto no será asumido ni por la concesionaria ni por la Administración central. Lo pagarán los automovilistas que transiten por la autopista hasta el año 2048, gracias al decreto que Rafael Arias-Salgado firmó en el año 2000 extendiendo la concesión de la AP-9 25 años más para compensar la prolongación en 9,1 kilómetros del vial por el norte de Ferrol y la gratuidad entre Rande y Puxeiros, para los trayectos domésticos de la zona.

Pero esa factura que Fomento endosó a los gallegos bajo el Gobierno de Aznar no ha dejado de crecer, no solo en años de vigencia, sino también en importe. Con el Ejecutivo socialista de Zapatero, el ministro José Blanco ideó en el 2011 la fórmula para que Audasa recupere vía incremento de peajes lo que va a gastar en las obras de ampliación del puente de Rande y en Santiago, dado que el incremento del tráfico en ambas zonas «merma la funcionalidad de la autopista». Los gastos de construcción y conservación de esas ampliaciones se traducirán en una subida lineal de los peajes cada año y durante 20 ejercicios de un 1 % para recuperar los 315 millones estimados en ambos trámites.

Con Ana Pastor como ministra la factura del ministerio a endosar a los gallegos volvió a crecer. Para acabar con la discriminación, como ella misma calificó, del coste de los peajes entre Vigo y Pontevedra, la ministra acordó hacer gratuito el viaje de vuelta en dicho eje, pero haciendo que esa bonificación justiciera la paguen todos los demás usuarios del vial. El importe de esa factura, aún sin pagar, y que se abonará con más subidas de peajes, asciende en tres años a 15 millones. Y Rafael Catalá acabó de ampliar la factura en el 2015 con el coste de obras como las ampliaciones en las áreas de peaje de Curro, Alba y Teo, entre otras.