«Papuchi» invitó a 15 menores de Vigo a subir a su Maserati y a su yate para sacar fotos desnudos

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

E. V. Pita

El supuesto pedófilo alegó ante la jueza que tomó las imágenes «por otros motivos», pero fue enviado a prisión

22 abr 2017 . Actualizado a las 09:18 h.

«Yo siempre lo vi a él entrar acompañado de jovencitos. Venían a jugar a los bolos y a tomar algo, como una pandilla de amigos más. Parecían todos mayores de edad, quizás en la veintena, pero él daba el cante porque era mucho más mayor», dice un testigo que conoce al hostelero Carlos V.I., conocido también como Charly o Papuchi, de 40 años, que fue detenido por supuesto acoso sexual a una quincena de adolescentes en Vigo. Este gerente de una céntrica pizzería de Vigo captaba a los menores, de 14 y 15 años, en una bolera y en su restaurante para luego sacarles fotos desnudos. La policía halló en su teléfono móvil unas pocas imágenes pedófilas. Al menos hay ocho denuncias contra él.

A la vista de las pruebas, la jueza de instrucción número 7 de Vigo, Carmen García, ordenó ayer el ingreso en prisión provisional de este hostelero vigués acusado de acosar sexualmente a una quincena de menores. Se le atribuyen varios delitos contra la libertad sexual. A lo largo de la investigación la magistrada concretará si hubo abusos, exhibicionismo, provocación o corrupción de menores. El implicado declaró hora y media ante la jueza y mantuvo su versión exculpatoria. Alegó que las fotos las había hecho o intercambiado por «otros motivos» ajenos a la pedofilia.

El implicado se movía por ambientes exclusivos de Vigo, lo que cautivaba a los colegiales que caían en sus redes. Pese a su aspecto trajeado de hombre de negocios, siempre iba acompañado de adolescentes, unos «amigos» que llamaron la atención a sus allegados, aunque suponían que era para temas de «juegos». La policía le empezó a seguir la pista hace dos meses tras recibir un soplo de alguien que vio a un adulto recoger a dos colegiales en un deportivo de alta gama.

Se ganaba la confianza de los colegiales, generalmente de buena familia, con invitaciones a consumiciones en cafeterías o en su restaurante. Los llevaba a jugar a los bolos o a ver los partidos del Celta, los paseaba en su deportivo Maserati, que aparcaba en el párking de los pantalanes del puerto, y también los embarcaba en su yate. En su apartamento de soltero organizaba visionados de películas pornográficas o los incitaba a beber alcohol para desinhibirlos y luego abusar de ellos. Según la policía, los engatusó para sacarles fotos desnudos o compartir imágenes pornográficas en el grupo de WhatsApp que creó con sus víctimas.

«Eres grande Charly»

En Facebook mostraba fotos en su yate navegando por la ría de Vigo en bañador y acompañado de sonrientes jóvenes. Le llovían comentarios jocosos o irónicos del estilo: «Eres grande Charly», «The Big Boss» (El gran jefe) o «¡Qué mala vida!».

El supuesto pedófilo y sus «amigos» se movían por el exclusivo barrio de copas del puerto de Vigo. El implicado invitaba a sus colegas adolescentes a cenar en la pizzería La Fiorella, que regentaba en la avenida de Montero Ríos, una zona de copas cercana al botellón y que ayer por la tarde estaba cerrada. Era popular en la noche, y astros del fútbol local posaban junto a él en las cenas. Además de las pizzas gratis en su restaurante, invitaba a los menores a subir a su yate amarrado en el muelle de A Laxe, en el pantalán del Real Club Náutico de Vigo. A bordo les proponía hacer fotos desnudos. Era vox populi en un prestigioso colegio de Vigo que «en el barco, todos se ponían en bolas». Pero algunos se negaron.

La instructora busca más víctimas en el móvil de este exdirector de banca

La detención fue el pasado miércoles. Los agentes y la letrada judicial inspeccionaron su apartamento, el yate, el negocio, el móvil y el coche deportivo. El hombre acompañó a la comitiva judicial vestido de traje por el pantalán. Los agentes decomisaron unas pocas fotografías de los menores que están siendo analizadas en busca de más perjudicados. El implicado había sido director de una sucursal bancaria de Vigo y experto en altas finanzas. Es oriundo de O Porriño, donde lo apodaban Carlos «Draki». Probó a hacer carrera política en este municipio con un partido conservador, pero no salió elegido. En su ambiente más próximo no se podían creer lo sucedido aunque otros no se sorprendieron porque siempre lo veían con menores. Gente que lo conoce nunca lo vio invitarlos.