Pese a preverse 230.000 habitantes menos, habrá 25.000 viviendas unipersonales más
22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Galicia tendrá dentro de catorce años 230.722 habitantes menos que en la actualidad si la tendencia poblacional no altera las proyecciones estadísticas puestas encima de la mesa por el Instituto Nacional de Estadística. Pese a ese declive demográfico, el número de hogares aumentará en la comunidad, llegando a 1,1 millones tras crecer desde ahora en 24.976, principalmente por el aumento de los llamados hogares unipersonales, los que cuentan con una persona que vive sola.
Las proyecciones estadísticas realizadas sobre los datos acumulados a 2016 indican de forma conservadora que se generarán casi cinco mil hogares de un único vecino al año, pero la realidad apuntó en el censo de 1 de enero del año pasado que en los doce meses anteriores habían surgido en Galicia 7.100 viviendas de un solo morador.
En todo caso, el INE considera que la evolución final en el 2031 reflejará 77.493 hogares unipersonales más que al inicio de año pasado, llegando en ese momento a suponer prácticamente la composición de una de cada tres viviendas de las comunidad, el 31,3 % exactamente. Se pasará así de 269.534 hogares en los que solo vive una persona a 347.027, la que de convertirse en realidad sería la cifra más alta de la historia de Galicia en ese tipo de composición familiar.
Casi seis millones en España
En el conjunto del Estado, la tendencia será similar. Habrá 911.000 viviendas más con personas que vivan solas, y se superarán los 5,5 millones en total de un parque residencial de 19,2 millones de hogares habitados. El peso de las viviendas unipersonales será en todo caso tres puntos inferior al que se prevé se registre en Galicia, según las mismas proyecciones poblacionales.
Pese a la evolución que se estima acelere la generación de hogares de personas sin compañía, Galicia no se situará en cabeza del ránking de dicha composición, ya que se espera que el porcentaje sea aún mayor en comunidades como Asturias, Castilla y León, Navarra y La Rioja, por ese orden, fruto de una mezcla de variables demográficas en las que se conjugan el avejentamiento de la población, incremento de la mortalidad respecto a la natalidad debido a esa elevación de la edad media, y la emigración de los grupos más jóvenes hacia comunidades y países con más oportunidades laborales.
Más mayores de 65 años
Ese envejecimiento se hace también cada vez más palpable en Galicia, como puso ayer de manifiesto de nuevo el Instituto Galego de Estatística al indicar en la actualización de los indicadores demográficos de la comunidad que la población mayor de 65 años ha pasado de representar el 21,4 % del censo en el 2006 a un 24,3 diez años después. Los otros dos grandes grupos de edad pierden peso: los menores de 20 años pasan de ser el 16,2 % de los gallegos a un 15,8 y los de entre 20 y 64 años de 62,4 a 59,9 %, reduciéndose por tanto los grupos de edad laboralmente activos.
Fruto de ese envejecimiento generalizado, la edad media de la población gallega crece en los últimos diez ejercicios en 2,5 años y se sitúa ahora en 46,5 años, superando incluso los 50 en Ourense.