Juan Luis Crespo, de Inmobiliaria Tovar de Sanxenxo: «En Semana Santa cerramos cuatro ventas»

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA

GALICIA

cedida

Este profesional cruza los dedos para que en verano los turistas sigan adquiriendo inmuebles

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ojalá la última Semana Santa sea el termómetro del verano, ojalá, porque hubo movimiento de gente en general y de clientes en particular, y eso es bueno para todos». La frase la pronuncia Juan Luis Crespo, de la inmobiliaria Tovar de Sanxenxo. Al señalarle qué número de operaciones se materializaron en esos días festivos, lo tiene claro: «En Semana Santa cerramos cuatro ventas y tenemos otras en curso, que podrán llegar a buen fin o no, pero que ahí están». Crespo señala que últimamente parece que se vuelve a animar el mercado de la segunda residencia, que hay «más alegría que en años anteriores». ¿Quiénes son los que compran? «Es curioso, antes la mayoría de quienes venían a comprar a Sanxenxo eran madrileños. Ahora mismo ya no es así exactamente. Si viene un madrileño a la agencia sabes que no viene por venir, que seguramente comprará y que además adquirirá algo muy bueno. Pero en realidad ahora estamos vendiendo más a gente gallega, que está a dos horas o menos de Sanxenxo y quiere venir aquí a la playa o a pasar temporadas en invierno y también a personas de Asturias y León. En este último caso es como si hiciesen colonias, unos van animando a otros a venir. Lo cual es muy bueno».

Juan Luis Crespo afirma que lo habitual es que las propiedades que más salida tengan en el mercado se muevan en una horquilla de entre 150.000 y 200.000 euros. Se trata habitualmente de pisos de dos dormitorios. Lo que más se valora, en el municipio fetiche del turismo gallego, sin duda alguna, es la cercanía a la playa. Como la primera línea en muchos casos es inalcanzable, lo que se pide es que, al menos, no haya mucha distancia a los arenales y que tenga vistas a la ría.

¿Hay mucha oferta inmobiliaria en Sanxenxo actualmente? Juan Luis Crespo señala que de momento sigue sin moverse un solo ladrillo pero que, como en los años previos a la crisis se levantaron pisos y más pisos, todavía quedan «propiedades muy interesantes para ofrecer a los clientes». Así que a ello siguen en la zona cero del turismo de playa.