Dos caminos opuestos para el PSdeG

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Si gana Susana Díaz, Leiceaga tendría posibilidades enel PSdeG, pero solo si Caballero le apoya.
Si gana Susana Díaz, Leiceaga tendría posibilidades enel PSdeG, pero solo si Caballero le apoya. ANGEL MANSO

La victoria de Sánchez afianzará a Gonzalo Caballero o Rocío de Frutos, y la de Díaz apunta a nueva gestora

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha llegado el 21M, el día en que empezarán a ser despejadas muchas de las incógnitas que rodean al PSOE, un partido que se mueve en el damero cargando a lomos con tres derrotas históricas, 110, 90 y 85 escaños, cada cual peor, desde que el PP lo desahució de la Moncloa y Podemos decidió expropiarle el terreno envolviéndose en el discurso de la izquierda verdadera. La reñida lucha que libran por definir el rumbo del partido Susana Díaz y Pedro Sánchez, con Patxi López como tercer invitado, no tiene idénticas analogías en Galicia, aunque el resultado de las primarias de hoy sí va a condicionar el futuro del socialismo gallego.

¿Cómo será el día después en el PSdeG? La recogida de avales anticipó que en Galicia va a ganar Pedro Sánchez. Y lo hará con claridad, con una diferencia de entre 1.500 o algo más de 2.000 votos sobre Díaz, según quien haga las cuentas. Pero lo determinante va a ser el resultado a nivel federal, y los dos escenarios contrapuestos que se abrirán aquí en función de la persona que obtenga la secretaría general.

Si el resultado gallego se extiende al conjunto de España y Sánchez recupera el mando del PSOE, hay que tomar nota de nombres como Gonzalo Caballero, Rocío de Frutos o incluso Pilar Cancela, porque son los que pugnarán por capitanear la nueva corriente a las puertas del próximo congreso gallego, previsto para el otoño.

El primero de ellos, identificado inicialmente con Pérez Tapias e Izquierda Socialista, representó al sanchismo en varios debates de estas primarias y cuenta con un batallón de adeptos por toda Galicia. De Frutos, que cerró la campaña con Sánchez en Sevilla, arriesgó mucho más su posición para defender al líder dimitido, al ser la única diputada gallega que en su día votó no a la investidura de Rajoy. En cuanto a Cancela, presidenta de una gestora gallega inexistente, la victoria del madrileño es lo único que puede garantizarle un futuro político en Galicia y facilitar, de rebote, que Besteiro conserve cierta influencia sobre el partido. Pero, para ello, la que fue ministra en la sombra de Sánchez cuando aspiraba a la Moncloa tiene que ser capaz de frenar a los otros dos aspirantes, y parece evidente que con Gonzalo Caballero no va a poder, pues el economista vigués lanzará su candidatura a dirigir el PSdeG sea quien sea el que tome el mando en Ferraz.

Si es Susana Díaz la que gana la batalla, la primera decisión en Galicia va a consistir en nombrar una gestora que ponga fin al vacío de poder del PSdeG y se encargue de pilotar el partido hasta el congreso de otoño. Y el exministro José Blanco, infatigable de la causa susanista, tiene muchos boletos para reemplazar a Pilar Cancela.

Más dificultades tendría Díaz para colocar un candidato afín en un PSdeG de mayoría sanchista. Abel Caballero ya parece ser consciente de que su fortaleza en Vigo es directamente proporcional a la debilidad que tendrá cualquier patrocinado suyo a nivel gallego. Lo testó con Elena Espinosa frente a Pachi Vázquez, también con Méndez Romeu frente a Leiceaga y lo acaba de verificar con la recogida de avales en la provincia de Pontevedra, donde Pedro Sánchez superó a Díaz.

Con todo, hay quienes se apuntan a la causa susanista en Galicia, como el exministro Francisco Caamaño, que asomó por algún acto de la dirigente andaluza, pese al inconveniente de que todas las familias del partido lo borraron de la lista por los errores cometidos en el pasado. Otros nombres en liza para liderar el PSdeG serían el de Valentín González Formoso, presidente de la Diputación de A Coruña, si bien los susanistas le reprochan que les diera la espalda en las primarias, o incluso el de Fernández Leiceaga, portavoz en el Parlamento y remiso a entrar en nuevas batallas orgánicas, que solo tendría alguna posibilidad de afianzar su posición si los dos grandes notables del susanismo en Galicia, Blanco y Abel Caballero, le acaban dando luz verde.