Decretan la alerta amarilla por las altas temperaturas en zonas de Ourense y Pontevedra

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Se espera que los termómetros alcancen los 38 grados en los concellos cercanos al río Miño

23 may 2017 . Actualizado a las 21:13 h.

Varios concellos de Ourense y Pontevedra se encontrarán este miércoles en alerta amarilla por las altas temperaturas, ya que se prevé que los termómetros alcancen los 38 grados.

La alerta comenzará a las tres de la tarde y estará vigente hasta las nueve de la noche, cuando se espera que vayan descendiendo las altas temperaturas. Afecta en especial a los concellos cercanos al río Miño en Pontevedra y Ourense, donde los meteorólogos apuntan que las máximas estarán entre los 34 y los 38 grados.

Este miércoles se esperan cielos despejados, con alguna nube baja en A Mariña, según Meteogalicia. Por la tarde podrían formarse tormentas en zonas altas del interior de Ourense y Lugo, mientras que se esperan temperaturas altas en toda la comunidad. En A Coruña se prevé que los termómetros lleguen a los 28 grados, a los 32 en Ferrol, a los 30 en Lugo, a los 32 en Pontevedra, a los 33 en Vigo y a los 35 en Ourense y Pontevedra. 

Para el jueves se prevé una mañana despejada, pero por la tarde llegarán las lluvias acompañadas de tormenta a las provincias de Lugo y Ourense. Y los chubascos quedarán instalados ya en Galicia para el viernes, que llegarán junto a un descenso notable de las temperaturas mínimas. 

Consejos para protegerse ante la ola de calor

 

El calor excesivo puede provocar trastornos que van desde los leves, como calambres y agotamiento, hasta su manifestación más grave como golpe de calor. Los colectivos que se ven más afectados son las personas de edad avanzada, con discapacidad y los niños menores de 5 años. También deben tener especial cuidado los que padezcan alguna enfermedad crónica, tomen alguna medicación habitualmente o realicen esfuerzos físicos intensos. El plan de prevención de los efectos de las olas de calor, del Sergas, recoge una serie de recomendaciones generales para protegerse de las altas temperaturas y prevenir la deshidratación y los golpes de calor.

Hidratación y alimentación

Entre los cambios alimenticios para el período estival, se recomienda beber más líquido del habitual y no esperar a tener sed para hacerlo. Han de ingerirse agua, zumos y fruta ligeramente fría, evitando las bebidas calientes, alcohólicas y aquellas con alto contenido de azúcar. Se aconseja, además, incrementar el consumo de frutas y verduras y evitar las comidas copiosas.

Vestimenta

A la hora de elegir la ropa, es conveniente que esta sea ligera y holgada y preferiblemente de tejidos naturales, como algodón. Debe intentarse que sea de colores claros y llevar, también, sombreros y gafas de sol . El calzado ha de ser cómodo, fresco y que transpire.

Espacios interiores

En el interior de los edificios, se recomienda permanecer en la estancia más fresca y mejor ventilada o acondicionada de la vivienda. Durante las horas de sol se bajarán las persianas y cerrarán las ventanas, abriéndolas por la noche para ventilar aprovechando el descenso de la temperatura.

En el exterior

Cuando se salga al exterior se evitarán las aglomeraciones de personas y los locales sin aire acondicionado, intentando permanecer a la sombra en la medida de lo posible. Se desaconseja, además, la realización de actividades físicas en las horas más calurosas del día.

Exposición al sol

Si se va a tomar el sol, se evitarán las horas del mediodía y las primeras de la tarde y en ningún caso se quedará dormido bajo el sol. Las cremas de protección se aplicarán 30 minutos antes de la exposición y se renovarán a las 2 horas. Se recomienda que tenga un factor de protección nunca inferior a quince. Es conveniente que los niños se protejan, además, con gorra y camiseta opaca.

Golpe de calor o agotamiento

Si a pesar de todo estos consejos se percibe piel fría y sudoración, cansancio, calambres y contracturas musculares, dolor de cabeza, náuseas, pulso débil y rápido o respiración débil sin otra causa aparente, nos encontraríamos ante un posible caso de agotamiento por calor. Si la temperatura corporal es excesivamente alta, hay falta de sudoración, cefalea, mareos, confusión e incluso convulsiones estaríamos frente a un golpe de calor.

Ante cualquiera de estas disyuntivas se debería solicitar ayuda médica en el teléfono 061. Mientras no se recibe la asistencia se recomienda tratar de bajar la temperatura del afectado e hidratarlo siempre que permanezca consciente. Si se encuentra inconsciente, debe ser tumbado de lado y con las piernas flexionadas hasta la llegada de los profesionales.