Meteogalicia tiene en las cuatro provincias detectores que captan las ondas de baja frecuencia que emiten las descargas
13 jul 2019 . Actualizado a las 17:50 h.Ya lo dice el refrán: mayo loco... Y tanto. Hasta el punto de que en la misma semana se ha registrado el día más cálido de todo el año y el de más descargas desde el 2010, fecha desde la que hay registros. Fueron en total 9.561 rayos los que cayeron este viernes en toda Galicia hasta las cuatro de la tarde. La madrugada fue movida en muchas zonas, sobre todo en la fachada atlántica y el centro de Galicia. Y desde las doce del mediodía la actividad eléctrica se concentró en la mitad este de la comunidad.
Pero ¿cómo se contabilizan los rayos que caen? Es una pregunta que surge a raíz de la exactitud con la que MeteoGalicia ofrece estos datos, y en tiempo real.
El servicio meteorológico, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, dispone desde finales del 2009 de un sistema de detección de descargas eléctricas que permite la monitorización de las tormentas en tiempo real, además de estimar su posible evolución a corto plazo. Existen cuatro detectores de rayos repartidos por las cuatro provincias gallegas. Están situados en el alto de O Rodicio (Ourense), en Castro Ribeiras de Lea (Lugo), en Mabegondo (A Coruña) y en la estación que MeteoGalicia tiene en el campus de Vigo.
«Cada sensor da rede está deseñado para detectar e localizar con alta resolución espacial os raios que impactan no chan por medio dun sistema de detección de ondas de baixa frecuencia», explica el instituto meteorológico gallego, tras aclarar que cuando se produce una descarga eléctrica sobre el suelo, además de la luz -el relámpago- y de las ondas sonoras -el trueno- se emiten ondas de baja frecuencia: «A posición do impacto determínase cando polo menos dous dos sensores detectan a descarga eléctrica. Canto maior sexa o número de sensores que a detectan, maior será a precisión», aclara el documento que explica el proceso.
Precisión de más del 90 %
El sistema utilizado por MeteoGalicia permite detectar los rayos que caen sobre la comunidad con una precisión superior al 90 %. Además, también se producen descargas entre las nubes «que emiten no rango das moi altas frecuencias». La precisión de este tipo de rayos es mucho menor que la de los primeros, entre un 5 y un 30 %.
Una vez que se detectan las descargas eléctricas, un procesador central es el encargado de almacenar y calibrar en tiempo real los datos proporcionados por los sensores. Además, el sistema también distingue entre rayos positivos y negativos. Estos últimos son aquellos que se producen cuando la base de la nube está cargada negativamente y el suelo tiene una carga neta positiva. Entre el 90 y el 95 % de los rayos que caen son de este tipo: «Prodúcese neste caso unha transferencia de carga negativa dende a base da nube ao solo», indica MeteoGalicia.
Los más peligrosos
Los rayos positivos se forman en la parte alta de las nubes tormentosas, donde reside una alta concentración de carga positiva: «Neste caso, prodúcese unha transferencia de carga neta da nube ao chan». El instituto meteorológico subraya también que estas descargas eléctricas suelen ser especialmente peligrosas, ya que pueden alcanzar áreas alejadas de la tormenta, con una distancia de más de 10 kilómetros, y la descarga puede ser hasta diez veces superior a la de los relámpagos negativos: «Este tipo de raios poden predominar nos meses de inverno e tamén na fase disipativa da treboada», indica el instituto gallego meteorológico, dependiente de la Consellería de Medio Ambiente.
La lluvia causa inundaciones y la tormenta avería varias horas los cuatro tacs del hospital de Vigo
Los más de 9.500 rayos que ayer cayeron en Galicia provocaron la avería durante varias horas de los cuatro tacs del Hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo. Ocurrió a primera hora, antes de atender a los pacientes, y uno de ellos se recompuso a los diez minutos, otros dos se repararon a las diez de la mañana y el cuarto tuvo que esperar hasta las 13 horas.
También la caída de un rayo sobre una casa en Redondela provocó ayer a las 6.30 horas un incendio en el tejado del inmueble, pero no llegó a causar heridos. Veinte minutos antes de este suceso, y en el municipio de Gondomar, un turismo ardió por completo por la caída de otro relámpago.
La lluvia también dejó inundaciones y accidentes en varios puntos. Un hombre resultó herido en Maceda al caer su coche por un barranco y quedar suspendido encima de unos árboles y hubo otros dos heridos en Oza-Cesuras tras volcar el coche en el que viajaban. En Marín resultaron ilesos los ocupantes de un turismo que cayó por un desnivel de diez metros.
Lugo se convirtió ayer al mediodía en un gigantesco atasco debido a una gran tromba de agua que cayó sobre la ciudad. En la avenida de A Coruña, hubo retenciones debido a la inundación que se produjo cerca de una gasolinera. Y la intensa lluvia de primera hora de la tarde también provocó la inundación de dos de las entradas al casco urbano de O Barco de Valdeorras.
En Ourense, hubo zonas anegadas, dos supermercados y un colegio, además de vías públicas. Vedra fue el municipio donde más llovió, al registrarse 37,1 litros por metro cuadrado.