Una treintena de concellos ofrecen su cheque bebé contra la despoblación

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

MARCOS MÍGUEZ

En 122 pueblos nacen menos de 10 niños al año y en cuatro no tuvieron ningún embarazo

19 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ayuntamientos de toda España acaban de encender todas las alarmas al constatar que la pérdida de población, su envejecimiento y la ausencia de relevo generacional entre sus vecinos se ha hecho crónicos y estructurales. Tratar de frenar la marcha de los más jóvenes hacia entornos urbanos o incluso atraer a parejas en disposición de tener descendencia es ya una tarea establecida como objetivo en buena parte de los concellos gallegos.

Por eso son cada vez más los ayuntamientos rurales que ofrecen sus propios cheques bebés u otros incentivos a la natalidad compatibles con los que puedan otorgar otras administraciones. Mondoñedo y Punxín han sido los últimos en incorporarse a la treintena de concellos que confían en dichas ayudas como freno a la fuga de los más jóvenes y para cambiar un escenario que en el 2015 llevó a 122 localidades gallegas a contar con menos de diez nacimientos y a otras cuatro a no tener ninguno incluso. O Bolo, O Irixo, Parada de Sil y Mondariz-Balneario no sumaron ni un solo residente por la vía de la natalidad, situación que se produjo también en los últimos diez años hasta en 36 concellos rurales de Galicia.

En Coirós, donde la entrega anual de cheques a las familias con nuevos integrantes se ha convertido en una cita fija en el calendario, es donde se conceden las ayudas de mayor cuantía. Por alumbrar a su cuarto hijo, una pareja recibió del Ayuntamiento este año 2.400 euros, los que tuvieron al tercero, 1.300, 800 en los casos de segundo parto y 600 para los primerizos.

A Veiga es sin embargo donde cada niño, independientemente del lugar que ocupe en la familia, recibe la mayor aportación al nacer. El Ayuntamiento da a sus padres 2.000 euros, pero se abonan en cuatro pagos hasta que el pequeño cumpla tres años y se escolarice en el pueblo, para evitar así picarescas de cobros de residentes itinerantes. Irixoa y Monfero contribuyen en el siguiente escalón económico con ayudas de 1.500 euros; Bande y Aranga lo hacen con 1.000; Manzaneda con 900; Punxín, 700; O Valadouro, Vilamartín de Valdeorras, Pontedeva y Santiso 600; A Lama y San Cibrao 500; A Pontenova, 400: Covelo, Mesía o Boimorto, 300; Monterrei y O Grove, 200, y Guitiriz otorga 100, por trazar ejemplos territoriales y de tamaño de población diversos.

Prácticamente en todos los casos se convierte en requisito obligatorio contar con entre nueve meses y dos años de residencia en el pueblo por parte de uno de los dos progenitores, y mantenerla hasta tres años después del parto. La renta familiar disponible marca también límites en muchos casos para poder acceder a las ayudas, aunque llegan a depender de no superar barreras. En Covelo, como ejemplo, se establece un máximo de 45.000 euros anuales por familia.

Derecho constitucional

Precisamente ese ayuntamiento pontevedrés, el lucense de O Valadouro o el coruñés de Aranga reproducen idénticos argumentos para justificar las ayudas que otorgan a la natalidad, partiendo de la idea de que «a familia está amparada pola Constitución, que asegura a protección social, económica e xurídica da mesma». Remover los obstáculos que entorpecen la voluntad de las parejas a la hora de elegir la dimensión de sus familias es planteada como justificación última de los llamados cheques bebé municipales por parte de los concellos rurales, los que menos recursos tienen, aunque enclaves urbanos como Vilagarcía también se abonan ya a la misma solución.

Las ayudas se otorgan en 15 ayuntamientos en los que en el último año han nacido menos de diez habitantes y solo en uno de los que se han quedado sin partos, O Bolo. Concellos muy pujantes demográficamente como Ames, también abren líneas de ayudas económicas directas, en su caso a las familias numerosas.

La Administración autonómica reserva 18 millones para dar la bienvenida a los pequeños

En noviembre del 2007 el Gobierno central aprobaba la concesión del denominado cheque bebé, que suponía dar 2.500 euros a cada familia que tuviese o adoptase a un hijo, y mil más para las madres solteras, las familias numerosas o en los casos de niños con deficiencias. La medida benefició al año siguiente a 490.000 familias, que en conjunto recibieron 1.233 millones de euros de las arcas del Estado.

Las dificultades de Hacienda para encajar el nuevo gasto y la crisis pusieron fin a los tres años a la medida, objeto de crítica desde la oposición, especialmente porque no hacía distinciones por razón de renta.

La medida en todo caso tuvo con variaciones autóctonas seguimiento después en la mayoría de las comunidades autónomas. La Xunta reserva de hecho 18 millones de euros en total para este año y el siguiente para dar a la familia de cada niño que nazca en Galicia cien euros al mes durante un año. Los únicos condicionantes son vivir y estar empadronado en la comunidad y no superar 13.500 euros per cápita familiar.

Dicho pago se hace en forma de tarjeta prepago, denominada Benvida, y su objetivo es cubrir gastos en la compra de productos básicos para los pequeños, como leche, pañales y productos farmacéuticos y de higiene.

Otras iniciativas de la Xunta, como el Bono Concilia, representa una ayuda de entre 45 y 250 euros en el pago de plazas de escuela infantil privada en caso de no obtenerla en las públicas.

Tres iniciativas a mayores

Concello de Coirós

Paga el taxi a los niños que estudian fuera para que no dejen el pueblo

paco de la abadía

«Si queremos una Galicia que viva mil años más es imprescindible que se reviertan los índices demográficos, es nuestro reto más importante», mantiene Francisco Quintela, alcalde de Coirós, concello entregados a bonificar la natalidad. Contaba con nueve nacimientos en el 2009 y ahora llega a 21. «Hay 70 o 80 niños ya, y los hay porque hicimos guarderías, escuelas, polideportivos, biblioteca, centros sociales y plan de vivienda. Es una ciudad en el medio rural», asegura Quintela para advertir que el cheque bebé solo no llega. Para evitar fugas de las familias cuando los cursos de las escuelas del pueblo no llegan para continuar los estudios, el Concello de Coirós paga los taxis a los niños para que vayan y vuelvan de Betanzos. Y a los que estudian en la universidad o se van al extranjero con una Erasmus «también tienen beca. Prefiero invertir en familia antes que en otras cosas», dice.

Concello de A Veiga

Un plan integral para hijos, rebaja de la tasa de autónomos y vivienda

LOLITA VÁZQUEZ

A Veiga arrancó el siglo con tres años consecutivos sin nacimientos y en el último ejercicio registró tres partos, pero el alcalde de la localidad fronteriza con Zamora defiende que solo con un planteamiento integral los niños y sus familias se quedarán. A medidas como el cheque bebé, añade el pago de la cuota de autónomo íntegra en los primeros meses para los residentes que se den de alta por primera vez. Descuenta el 50 % de las tasas para licencia de obra para negocios, prepara la rehabilitación de viviendas para contar con una bolsa inmobiliaria en la que aplicar ayudas al alquiler y ofrece cursos de apicultura a los vecinos que quieran dedicarse a la producción de miel profesionalmente. «Houbo xa varias parellas que chegaron a preguntar polas axudas, e dúas se quedaron este ano», dice satisfecho Anta, que pide para el rural «unha discriminación positiva».

Diputación de Ourense

Refuerzo provincial para los gastos de los primeros meses de los bebés

PABLO ARAUJO

José Juan Cerdeira, jefe del área de Benestar de la Diputación de Ourense, está convencido de que «un problema real» como es la crisis demográfica «se ve de lejos y por eso no se considera acuciante, pero lo es», advierte. El área que dirige en la institución provincial regula la concesión de 300 euros para gastos farmacéuticos y de parafarmacia de todos los niños que nazcan en los 92 municipios de la provincia. La ayuda es compatible con la que otorga la Xunta o la que pueda ofrecer cualquier ayuntamiento. «Nadie va a tener hijos por este tipo de ayudas, no son determinantes, pero es un elemento de ayuda que queremos que llegue a los padres lo más rápido posible». Se suele entregar, señala, en 15 días desde el nacimiento del niño, y la petición se hace solo vía Internet, particular o con la ayuda de asistentes sociales locales, para no generar más cargas administrativas.