Galicia tiene el peor saldo vegetativo, con 12.683 muertes más que nacimientos

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Uxía Rodríguez / Millán Castro

La mortalidad creció en la comunidad en el 2016, algo que solo ocurrió en Navarra

23 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con una dinámica demográfica claramente regresiva, en la que tres de cada cuatro concellos llevan 20 años asistiendo a más entierros que alumbramientos, era algo que se venía venir. Y ahora lo acaba de certificar el Instituto Nacional de Estadística (INE). Galicia volvió a registrar en el 2016 el peor saldo vegetativo de toda España, al contabilizar 12.683 defunciones más que nacimientos, la diferencia más elevada desde que, en 1975, se empezaron a publicar estos datos. Por segundo año consecutivo, la comunidad gallega bate un fatídico récord que la empequeñece en términos poblacionales y, además, lo hace en un contexto en que la natalidad experimentó un retroceso en todo el Estado (-2,8 %), que es mucho más acusado en Castilla y León (-4,3 %) y en Aragón (-3,8 %). El caso gallego, la variación fue del -1,9 %.

El crecimiento natural o vegetativo de la población se limita a poner en relación el número de nacidos y el de fallecidos de un determinado territorio, sin tomar en consideración los saldos migratorios. Y lo que dice el INE sobre Galicia remarca bien la crisis demográfica de la comunidad, que en el 2016 registró el saldo vegetativo más alto de España, medalla que ya se había colgado el año anterior. Efectivamente, de los 19.427 nacimientos del 2015 se pasó a los 19.049 registrados en 2016. Para hacerse una idea: en Galicia nacen ahora en torno a 3.000 bebés menos que en el año 2010, cuando ya había estallado la crisis económica.

Por detrás de Galicia también se situaron con un crecimiento natural en negativo las comunidades limítrofes de Castilla y León (con 11.698 defunciones más que nacimientos) y Asturias (-6.851). El saldo también es negativo, aunque más amortiguado, en el País Vasco (-2.977), Aragón (-2.541) o Extremadura (-2.417). En el polo opuesto se sitúa la Comunidad de Madrid, con un saldo positivo de 17.785, seguida de Andalucía (9.820) y Cataluña (5.148).

La regresión demográfica gallega también aparece reflejada en otros indicadores, como la tasa de fecundidad, en la que Galicia se sitúa en la tercera posición por la cola, con 1,12 hijos por mujer, un registro que solo es peor en Canarias (1,06) y en el Principado de Asturias (1,04). La tasa media de fecundidad de España se sitúa en 1,33 hijos por mujer, y hay nueve comunidades autónomas que la mejoran.

Aumentan las defunciones

En cuanto a las defunciones, hay que destacar que disminuyeron de media en España en un 3,2 %, si bien Galicia es, junto con Navarra, la única comunidad autónoma en la que crecieron durante el 2016, un 0,1 % y un 0,7 % más, respectivamente. Galicia también registró la segunda tasa bruta de mortalidad más alta de España, con 11,7 decesos por cada militantes, algo que solo supera Asturias (12,7). El promedio de España es de 8,8 muertes por cada 1.000 habitantes.

Y es que Galicia paga el pato de tener una de las poblaciones más envejecidas del Estado, lo que se traduce en que también siga creciendo el número de defunciones, que pasaron de las 31.688 del 2015 a las 31.732 registradas el año pasado. Es más, la tendencia ha sido progresivamente ascendente desde el cambio de milenio, en el año 2000, cuando se registraron 28.858 fallecimientos.

En el polo opuesto a Galicia aparecen los territorios con la población más rejuvenecida. Es, aparte de Ceuta y Melilla, el caso de Madrid, Canarias o Baleares, con siete fallecimientos por cada 1.000 habitantes, o el de la Región de Murcia, con 7,3.

Un bebé que nace en Madrid tiene la esperanza de vivir dos años más que en territorio gallego

Uno de los indicadores manejados con más profusión a nivel internacional, por organismos como la OCDE o la OMS, para medir el grado de desarrollo y bienestar de las sociedades es el de la esperanza de vida que tiene una persona al nacer. Y en este ámbito, España acumula ya muchos años en la parte alta de la tabla y, además, continúa mejorando. Si un español tenía al nacer en el 2015 la esperanza de llegar a vivir 82,7 años, la media aumentó a lo largo del 2016 hasta los 83,2 años.

En Galicia, en cambio, el dato se mantuvo intacto. Un gallego tenía la misma esperanza de vivir los mismos años ya naciera en el 2015 o en el 2016: 82,7 años, algo que tiene su explicación no tanto en el deterioro de las condiciones de vida, sino más bien en el creciente envejecimiento de la población.

De este modo, un niño que nazca en la Comunidad de Madrid tiene una esperanza de vida de 84,7 años, es decir, que tiene la perspectiva de vivir dos años más que si nace en Galicia. Y esa ventaja en esta indicador con respecto a la comunidad gallega también lo mantuvieron el año pasado Castilla y León (83,9 años), Navarra y La Rioja (83,9) o Cataluña (83,6).

Otros datos que aporta el INE es el número de matrimonio, aunque su incidencia sobre la natalidad está cada vez más mitigada. En España se registraron un total de 172.243 enlaces en el 2016, un 2 % más que el año anterior. Y de este total, 9.331 matrimonios fueron en Galicia.