Congreso de cuchillos largos en el PSdeG

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

La batalla ya no es entre susanistas y pedristas, sino entre los propios partidarios de Sánchez, que luchan a brazo partido

26 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi siempre que el congreso de un partido no se cierra a la búlgara, es decir, con porcentajes de apoyo al presidente o secretario general superiores al 90 %, se suele decir que el cónclave se ha cerrado «en falso». Se hace referencia así a que, pese a las inevitables apelaciones a la unidad y al deseo de todos de trabajar juntos para ganar las siguientes elecciones, los verdaderos problemas del partido siguen ahí, porque se ha preferido no abordarlos en un momento en el que el partido está expuesto a todas las miradas para no convertir el congreso en un espectáculo lamentable. En ese sentido, el reciente congreso del PSOE se cerró también en falso, por más que la victoria de Pedro Sánchez le haya permitido laminar cualquier atisbo de disidencia interna, a pesar de haber obtenido el menor apoyo de un secretario general en la reciente historia del partido. El susanismo prefirió dar un paso atrás y no plantear batalla, pero aguarda para revolverse en cuanto los socialistas tengan un nuevo revés electoral. Y la vieja guardia, simplemente se ha borrado del mapa, horrorizada ante lo que ve, pero dispuesta a ser llamada pronto por aclamación.

Pero si el congreso se cerró en falso para el PSOE nacional, mucho más lo hizo para el PSdeG. Más allá de lo que se vio en público, en los dos días que duró el cónclave madrileño se produjo una verdadera batalla campal entre los distintos sectores del socialismo gallego librada a codazos, y hasta a navajazos traperos en alguna ocasión, para tratar de buscar sitio, colocarse y perjudicar al rival. Esa refriega no se produjo solo entre los herederos de Gómez Besteiro, con Pilar Cancela a la cabeza, y quienes habían apoyado a Susana Díaz en las primarias. También entre quienes se supone que están en la onda del nuevo socialismo de Sánchez hubo pelea de la buena y golpes bajos. Empezando por los partidarios de Gonzalo Caballero, sobrino y enemigo del alcalde de Vigo, que se perfila ya como el más ambicioso a la hora de hacerse con las riendas del PSdeG. Las quejas a la nueva dirección del PSOE y las filtraciones interesadas a la prensa por parte de este sector y de otros teóricamente afines a Pedro Sánchez sobre los supuestos modos autoritarios de la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, fueron constantes en Madrid.

Pero el vínculo entre Pedro Sánchez y Gómez Besteiro sigue siendo fuerte, pese a la múltiple imputación de este último, y Pilar Cancela salió del congreso ungida y reforzada. Y, por consiguiente, quienes trataron de derribarla y hasta hundirla, salen debilitados y desautorizados a los ojos de la nueva dirección de Pedro II. Entre meterse en una batalla incierta por la secretaría general del PSdeG u ocupar un puesto seguro en la dirección nacional del PSOE, Cancela escogió lo segundo. Pero eso no significa que ella y quienes hacen equipo con ella dejen pista libre a Caballero ni a ningún otro en la batalla para tomar las riendas del PSdeG. Con ese convulso paisaje de fondo, esa guerra, que tendrá que quedar decidida a finales de septiembre, se presenta cruenta. Y está por ver si esa balacera no provocará heridas demasiado profundas como para que el PSdeG sea alternativa viable al PPdeG, incluso sin Feijoo.

El nuevo portavoz del PSOE echa más sal a las heridas

El nuevo portavoz federal del PSOE, Óscar Puente, está consiguiendo en poco tiempo que el malestar que ha producido en un amplio sector del PSOE la laminación de los críticos en la nueva dirección nacional del partido no solo no se aplaque o se suavice, sino que vaya en aumento. Destacan los críticos las malas formas del portavoz, que parece no haber comprendido que la batalla de las primarias ha concluido y que ya no es hora de seguir lanzando pullas, amenazas y advertencias a quienes no apoyen a Sánchez, sino de reconstruir puentes. Mientras el alcalde de Valladolid siga utilizando su púlpito para fustigar al susanismo y a la vieja guardia, será difícil que se curen las herias del último congreso.

El giro de Sánchez tendrá consecuencias en Galicia

El giro emprendido por Pedro Sánchez hacia posiciones cercanas a Podemos, en el que no se sabe cuánto hay de realidad y cuánto de representación, acabará influyendo sin duda en la política gallega. En primer lugar, porque el PSdeG no tiene la misma posición política que el PSOE nacional, que ocupa claramente el liderazgo de la oposición, por más que Pablo Iglesias se empeñe en decir lo contrario. Para el PSdeG, acercarse más a Podemos y sus aliados sería fatal. Pero tampoco está nada claro que En Marea esté dispuesto a abrirse ahora a un diálogo público con el PSdeG, porque la política gallega tiene componentes específicos muy distintos a los que se dan en este momento en la de Madrid.

Núñez Feijoo se aleja del foco mediático de Madrid

¿Qué fue de aquel Feijoo que conferenciaba un día sí y otro también en Madrid? ¿Qué fue de aquel presidente de la Xunta que fijaba posición propia sobre todos y cada uno de los problemas de España, incluso de los que afectan a su propio partido? No está claro si es que el líder del PPdeG prefiere ahora alejarse del foco político y mediático nacional porque no tiene nada claro lo que va a salir de un panorama por el momento bastante confuso, o si se trata de un paso atrás definitivo con el que renuncia a ser una referencia política a nivel nacional para centrarse única y exclusivamente en Galicia y sus problemas, para acabar su mandato sin polémicas y sin cerrarse puertas. Públicas, o privadas.