Tráfico hará en verano más controles dinámicos para evitar los avisos por WhatsApp

José Manuel Pan
j. m. pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

OSCAR CELA

Incrementará los controles aleatorios de alcohol y drogas. Las patrullas están en continuo movimiento para que sea más difícil alertar de su presencia

02 feb 2018 . Actualizado a las 08:59 h.

«Alguien tiene que decir algún día que los avisos de controles deberían estar prohibidos». La frase, del jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Galicia, podría ser pronunciada también por cualquier responsable de la Dirección General de Tráfico y, por supuesto, por los guardias civiles que trabajan a diario en la carretera. Pero lo cierto es que son miles los conductores que utilizan las redes sociales y determinadas aplicaciones que avisan de la presencia de controles de la Guardia Civil en las carreteras gallegas. «Control en rotonda de Godos, Vilagarcía», «radar en Mesoiro, pasando gasolinera». Estos son dos ejemplos de los avisos que se transmiten entre conductores todos los días, en especial los fines de semana, a través de teléfonos móviles y de redes sociales. En esas aplicaciones también se informa de accidentes y de otras incidencias, algo que argumentan los defensores de ese tipo de avisos para destacar su utilidad, sobre todo para alertar al resto de los conductores y evitar nuevos siniestros.

Nada que ver con lo que piensa la Guardia Civil. El teniente coronel Francisco Javier Molano insiste en criticar ese tipo de avisos porque, asegura, crean un grave riesgo en la carretera. Afirma que quienes más tratan de beneficiarse de esos mensajes son los conductores de riesgo. La Guardia Civil ha trazado un perfil de ese tipo de automovilistas que siguen esas alertas. «Es un determinado perfil de conductores que tienen una intención casi permanente de ponerse en la carretera después de haber consumido alcohol y drogas», sostiene Molano, que añade que son automovilistas que «suelen desplazarse de noche y de madrugada para acudir a fiestas. Generalmente son jóvenes, de entre 20 y 30 años, que utilizan el móvil para recibir una información que les hace asumir el riesgo de conducir bebidos o drogados, y eso les puede costar la vida a ellos o a otras personas que circulan normalmente por la carretera». 

Medidas

El éxito de esas aplicaciones ha obligado a la a la Dirección General de Tráfico y a la Guardia Civil a adoptar una serie de medidas para evitar que la situación de sus controles sean aireados en las redes sociales. «Son controles que se hacen para dar seguridad a todos los conductores, por ejemplo para poder localizar a quienes conducen tras haber bebido alcohol y evitar que causen un accidente grave», asegura el teniente coronel, que dirige la Agrupación de Tráfico de Galicia y es uno de los responsables en materia de tráfico que más se ha significado en la denuncia de ese tipo de avisos.

La primera medida ha sido modificar la forma de realización de los dispositivos de vigilancia. Aunque se mantienen los controles masivos en zonas determinadas, la Guardia Civil ha establecido lo que denominan controles dinámicos planificados con los jefes provinciales de Tráfico en los que una patrulla en movimiento da el alto de forma aleatoria a un conductor para realizarle la prueba de alcoholemia o de drogas.

Esas patrullas se desplazan continuamente para evitar que los avisos por redes sociales sean eficaces. «Estas redes tienen muy poco acierto y avisan de controles que ya se han levantado», asegura Francisco Javier Molano, quien apunta que. además, «crean una falsa sensación de seguridad exponiendo al conductor a mayores riesgos porque elige carreteras alternativas menos seguras en las que tiene más posibilidades de sufrir un accidente».

«Se sorprenden al vernos donde no esperan que estemos»

Conducir por una carretera secundaria para evitar los controles de alcoholemia es algo habitual entre los conductores que reciben una alerta a través del móvil. «Y en caso de accidente tardarían más tiempo en ser auxiliados porque son carreteras con menos tráfico. Pueden pasar horas hasta que alguien descubre que ha habido un accidente», explica el teniente coronel Francisco Javier Molano. Y advierte de otro riesgo: «Hay conductores que al creerse seguros por el aviso de las redes sociales deciden beber más alcohol con lo que elevan los riesgos de causar un accidente de consecuencias graves».

El otro riesgo es el de la denuncia, porque, afirma Molano, quienes se confían por esas alertas y consumen más alcohol se exponen a que la infracción sancionada con hasta mil euros de multa y retirada de seis puntos se convierta en un delito, castigado con penas de cárcel y pérdida del carné durante al menos un año. A eso se le añade lo que supone tener que comparecer ante un juez, ser condenado y pasar a tener antecedentes penales. 

«Es un negocio»

Cree Molano que «esos avisos no traen beneficios a nadie, salvo a los que se lucran con ellos como negocio gracias a los conductores que confían en ellos». De todas formas, insiste en que los nuevos sistemas de vigilancia, más rápidos y menos estáticos, resta eficacia a ese tipo de avisos a través de aplicaciones de mensajes.

La Guardia Civil dispone de estudios que indican esa pérdida de eficacia, que se constata con los propios automovilistas denunciados. «Muchos conductores se sorprenden al vernos en un lugar que no esperaban. Nos dicen que habían elegido esa carretera porque les habían informado de que estábamos en otro lado».

ALBERTO LÓPEZ

Un verano de peatones, ciclistas y moteros

Tráfico se centrará en la protección de los colectivos más vulnerables con más controles de alcohol, drogas y velocidad. El objetivo, reducir los riesgos y apartar de la carretera a los conductores más peligrosos

josé manuel pan

Los colectivos más vulnerables del tráfico son, por este orden, los peatones, los ciclistas y los motoristas. Hacia ellos está dirigiendo Tráfico sus últimas intervenciones en seguridad vial, tanto con el aumento de los controles como en el lanzamiento de mensajes de protección y de concienciación a los afectados y al resto de los conductores. Y así seguirá siendo en los próximos meses porque la Dirección General de Tráfico ha sido clara desde el primer momento en su intención de disminuir las muertes evitables, entre las que ocupan un puesto destacado las de peatones, ciclistas y motoristas. Tanto el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, como el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, muy implicado en la seguridad vial, han mostrado su disposición a cambiar las leyes que haga falta para apartar de la carretera a los conductores multirreincidentes, a los que se ponen al volante tras haber bebido alcohol o consumido drogas, causantes de graves tragedias, como las muertes de ciclistas en carreteras valencianas o el más reciente atropello mortal de un policía local en Carballo por un conductor ebrio que terminó en la cárcel.

Alcohol, velocidad y distracciones son los grandes objetivos, pero mientras llegan las reformas legislativas el verano será un buen banco de pruebas para que los conductores conozcan las intenciones de este Gobierno en materia de seguridad vial. Los radares fijos seguirán siendo una de las claves de la vigilancia (en Galicia hay más de 60 puntos de control), como también lo serán los móviles de la Guardia Civil, que se instalarán en los tramos de más riesgo. El objetivo, recuperar el descenso de muertes en la carretera, empezando por dar protección a los más vulnerables de la carretera. 

Peatones

La parte más débil. En carretera se busca que el peatón se haga visible con el uso de prendas reflectantes y que los conductores cumplan los límites de velocidad en travesías y tramos poblados, pero, ojo, porque el examen de los muertos en atropello destaca que el 40 % habían consumido drogas o demasiado alcohol. En verano se extremará la vigilancia por el aumento de personas que salen a caminar y porque también se incrementan los desplazamientos en coche por carreteras secundarias para realizar trayectos de poca duración pero mucho riesgo. Respecto a las ciudades, la DGT apuesta por intervenir en el ámbito urbano y por eso la normativa que prepara lleva a unas ciudades más respetuosas con el peatón. Pontevedra es la referencia. 

ciclistas

El gran cambio. Las muertes de seis ciclistas en dos fines de semana (el último el sábado) han hecho reaccionar a la DGT y al Ministerio del Interior, que se han puesto manos a la obra para proteger a los aficionados a las dos ruedas. Han ordenado a la Guardia Civil más controles en los tramos frecuentados por ciclistas y que de cobertura con patrullas en esas vías. Paralelamente, la DGT está elaborando un mapa de carreteras seguras para que puedan compartirlas los ciclistas y los conductores de vehículos a motor, e insistiendo en el cumplimiento de las normas, en especial, la separación de 1,50 metros al adelantarlos. La Asociación Española de la Carretera ha propuesto tramos con limitación variable de velocidad en los momentos de uso ciclista. En verano se incrementará la vigilancia, también desde los helicópteros Pegasus, para proteger a los ciclistas, que cada vez ganan más presencia en la carretera. 

motoristas

Velocidad, sobre todo. Los motoristas son el tercer colectivo vulnerable. Su chasis es su propio cuerpo y una simple caída puede resultar fatal si termina en un guardarraíl asesino. Las motos representan un 14 % del número de accidentes mortales en Galicia. Decía el exdirector de Tráfico, Pere Navarro, que es 17 veces más fácil morirse conduciendo una moto que un automóvil. Los controles de la Guardia Civil ponen de manifiesto un exceso de confianza en muchos moteros respecto a la velocidad y también un aumento de los casos de motoristas que dan positivo en drogas y alcohol. La conducción de una moto requiere de cierta especialización. La Xunta ya ha anunciado cursos gratuitos de formación para motoristas. 

noveles

Más accidentes. Las estadísticas apuntan a un aumento de accidentes en los que se ven implicados conductores jóvenes e inexpertos, en muchos casos por la noche. Tráfico ya ha anunciado que estudia restricciones para este colectivo, entre las que destacan la implantación de la tasa cero de alcohol para los conductores noveles (también, para los profesionales del transporte), y la prohibición de circular por la noche.  

MUCHOS más controles

Alcohol y drogas. La guerra contra el alcohol y las drogas en la conducción ya ha empezado, y se percibirá de forma notable durante el verano. La Guardia Civil ya ha recibido instrucciones del propio director general de Tráfico para incrementar los dispositivos de vigilancia en la vía y apartar de esta a los conductores de riesgo. Tráfico quiere hacer más de 100.000 pruebas de alcohol al año en las carreteras españolas y busca un dispositivo que permita contrastar en la propia carretera los positivos en consumo de drogas, algo que ahora solo se puede hacer en laboratorios.