Un verano de peatones, ciclistas y moteros

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

Tráfico se centrará en la protección de los colectivos más vulnerables con más controles de alcohol, drogas y velocidad. El objetivo, reducir los riesgos y apartar de la carretera a los conductores más peligrosos

26 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los colectivos más vulnerables del tráfico son, por este orden, los peatones, los ciclistas y los motoristas. Hacia ellos está dirigiendo Tráfico sus últimas intervenciones en seguridad vial, tanto con el aumento de los controles como en el lanzamiento de mensajes de protección y de concienciación a los afectados y al resto de los conductores. Y así seguirá siendo en los próximos meses porque la Dirección General de Tráfico ha sido clara desde el primer momento en su intención de disminuir las muertes evitables, entre las que ocupan un puesto destacado las de peatones, ciclistas y motoristas. Tanto el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, como el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, muy implicado en la seguridad vial, han mostrado su disposición a cambiar las leyes que haga falta para apartar de la carretera a los conductores multirreincidentes, a los que se ponen al volante tras haber bebido alcohol o consumido drogas, causantes de graves tragedias, como las muertes de ciclistas en carreteras valencianas o el más reciente atropello mortal de un policía local en Carballo por un conductor ebrio que terminó en la cárcel.

Alcohol, velocidad y distracciones son los grandes objetivos, pero mientras llegan las reformas legislativas el verano será un buen banco de pruebas para que los conductores conozcan las intenciones de este Gobierno en materia de seguridad vial. Los radares fijos seguirán siendo una de las claves de la vigilancia (en Galicia hay más de 60 puntos de control), como también lo serán los móviles de la Guardia Civil, que se instalarán en los tramos de más riesgo. El objetivo, recuperar el descenso de muertes en la carretera, empezando por dar protección a los más vulnerables de la carretera. 

Peatones

La parte más débil. En carretera se busca que el peatón se haga visible con el uso de prendas reflectantes y que los conductores cumplan los límites de velocidad en travesías y tramos poblados, pero, ojo, porque el examen de los muertos en atropello destaca que el 40 % habían consumido drogas o demasiado alcohol. En verano se extremará la vigilancia por el aumento de personas que salen a caminar y porque también se incrementan los desplazamientos en coche por carreteras secundarias para realizar trayectos de poca duración pero mucho riesgo. Respecto a las ciudades, la DGT apuesta por intervenir en el ámbito urbano y por eso la normativa que prepara lleva a unas ciudades más respetuosas con el peatón. Pontevedra es la referencia. 

ciclistas

El gran cambio. Las muertes de seis ciclistas en dos fines de semana (el último el sábado) han hecho reaccionar a la DGT y al Ministerio del Interior, que se han puesto manos a la obra para proteger a los aficionados a las dos ruedas. Han ordenado a la Guardia Civil más controles en los tramos frecuentados por ciclistas y que de cobertura con patrullas en esas vías. Paralelamente, la DGT está elaborando un mapa de carreteras seguras para que puedan compartirlas los ciclistas y los conductores de vehículos a motor, e insistiendo en el cumplimiento de las normas, en especial, la separación de 1,50 metros al adelantarlos. La Asociación Española de la Carretera ha propuesto tramos con limitación variable de velocidad en los momentos de uso ciclista. En verano se incrementará la vigilancia, también desde los helicópteros Pegasus, para proteger a los ciclistas, que cada vez ganan más presencia en la carretera. 

motoristas

Velocidad, sobre todo. Los motoristas son el tercer colectivo vulnerable. Su chasis es su propio cuerpo y una simple caída puede resultar fatal si termina en un guardarraíl asesino. Las motos representan un 14 % del número de accidentes mortales en Galicia. Decía el exdirector de Tráfico, Pere Navarro, que es 17 veces más fácil morirse conduciendo una moto que un automóvil. Los controles de la Guardia Civil ponen de manifiesto un exceso de confianza en muchos moteros respecto a la velocidad y también un aumento de los casos de motoristas que dan positivo en drogas y alcohol. La conducción de una moto requiere de cierta especialización. La Xunta ya ha anunciado cursos gratuitos de formación para motoristas. 

noveles

Más accidentes. Las estadísticas apuntan a un aumento de accidentes en los que se ven implicados conductores jóvenes e inexpertos, en muchos casos por la noche. Tráfico ya ha anunciado que estudia restricciones para este colectivo, entre las que destacan la implantación de la tasa cero de alcohol para los conductores noveles (también, para los profesionales del transporte), y la prohibición de circular por la noche.  

MUCHOS más controles

Alcohol y drogas. La guerra contra el alcohol y las drogas en la conducción ya ha empezado, y se percibirá de forma notable durante el verano. La Guardia Civil ya ha recibido instrucciones del propio director general de Tráfico para incrementar los dispositivos de vigilancia en la vía y apartar de esta a los conductores de riesgo. Tráfico quiere hacer más de 100.000 pruebas de alcohol al año en las carreteras españolas y busca un dispositivo que permita contrastar en la propia carretera los positivos en consumo de drogas, algo que ahora solo se puede hacer en laboratorios.