En Marea decidirá hoy si abre la puerta a cambios en la cúpula liderada por Luís Villares

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Lavandeira jr. | EFE

La dirección de Anova también se posicionará sobre qué modelo quiere para el partido instrumental

01 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En Marea nació el pasado mes de agosto como un partido instrumental, apenas dos meses antes de las elecciones autonómicas, en las que quedó como segunda fuerza. Sin embargo, no eligió a su dirección hasta mucho después, en el mes de abril. Luís Villares, que había encabezado la candidatura a la Xunta, logró hacerse con la portavocía del partido en contra del criterio de quienes defendían que debería asumir solo el liderazgo en el Parlamento, pero no el orgánico. Villares salió elegido para estar al frente de una coordinadora de 11 miembros en la que no hay nadie de Podemos ni de Esquerda Unida ni de Marea Atlántica. Precisamente Xulio Ferreiro, alcalde de A Coruña, reacio a que Villares fuera portavoz de En Marea, fue una de las voces críticas con la dirección elegida, al entender que no reflejaba ni la pluralidad ni el espíritu de unidad popular del proyecto. También se sumó a este posicionamiento un sector de Anova, liderado por Rafael Dopico, y que es mayoritario en la dirección que lidera Antón Sánchez, también crítico con el actual diseño de En Marea.

El partido instrumental celebra su segundo plenario (asamblea) en dos semanas, y el Consello das Mareas, el órgano en el que están representadas todas las corrientes, ha convocado para hoy una reunión que será clave para dilucidar si abre o no la puerta a cambios en la actual dirección (coordinadora) que lidera Villares. Sobre esto habló ayer el alcalde de Santiago, Martiño Noriega y miembro de Anova, quien mostró su deseo de que En Marea salga del próximo plenario reconociendo toda su pluralidad, pero sin que se produzcan ahora cambios en la actual coordinadora.

Anova también celebra hoy una reunión de su dirección en la que debatirá qué posición lleva a la asamblea de En Marea que tendrá lugar dentro de dos semanas. Sin haber cumplido un año de nacimiento, el partido instrumental no ha logrado todavía diseñar un espacio que contente a todas las sensibilidades que lo integran. Precisamente para evitar repartos de poder en la cúpula, En Marea nació como una organización de adscripción individual, pero eso ha sido en la teoría porque, en la práctica, se ha configurado con un diseño interno mucho más parecido al que tienen los partidos tradicionales del sistema.