Podemos da la espalda a En Marea y anuncia que no acudirá a su asamblea

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO DE COMPOSTELA

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Dice que no diluirá sus siglas y su proyecto en la consolidación de otro partido

14 jul 2017 . Actualizado a las 00:24 h.

Fueron los últimos en sumarse al proyecto de la marea en vísperas de las pasadas elecciones autonómicas. Y lo hicieron porque una mayoría aplastante de sus inscritos, un 75 %, habían apostado por concurrir a los comicios con otras fuerzas del cambio. Pero la cúpula de Podemos Galicia, con Carmen Santos y su equipo al frente, siempre se mostró reacia a diluir su marca en otra iniciativa política. Al final, entraron el último día, casi cuando sonaba la bocina. En los días previos la formación morada había vivido una profunda crisis interna. De un lado, Carmen Santos y los suyos, y de otro, Antón Gómez Reino y su equipo, partidario de sumarse a En Marea sin dilaciones.

Aquel debate, aquella contradicción, ha vuelto a aflorar un año después. Y lo ha hecho ahora, en la víspera del segundo plenario de En Marea. Podemos Galicia emitió ayer un comunicado oficial en el que anuncia que no acudirá a él y en el que detalla, además, que no lo hará para no participar en la consolidación del llamado partido político instrumental. Dicho de otra forma: Podemos no está dispuesto a renunciar a su marca en Galicia.

Habrá que ver cuáles son las consecuencias que tiene esta decisión en la estabilidad futura del grupo parlamentario, cuando apenas ha transcurrido una cuarta parte de la legislatura. Para el futuro del proyecto orgánico esto añade un elemento de tensión a un plenario que ya venía cargado en los días previos.

Según explica de forma oficial Podemos Galicia, el modelo de unidad popular que se construyó en la víspera de las pasadas elecciones autonómicas nada tiene que ver, a su juicio, con la deriva que ha adoptado el llamado partido instrumental. «De todos nós é ben sabido que aquela En Marea, á que nos adherimos como un espazo de unidade de adscrición individual que daba cabida a distintas sensibilidades para presentarnos ás eleccións, continuou a súa propia folla de ruta de cara a constituírse en partido, máis alá de ferramenta puntual electoral e institucional. Un paso quizá lexítimo, pero ante o que nós sempre dixemos que non nos diluiríamos», asegura la formación morada en un comunicado enviado ayer.

Otras tensiones

A la decisión firme de Podemos, oficializada a través de la nota enviada a los medios, se suma la estrategia que ha llevado Esquerda Unida, que emplaza a sus militantes a participar en el plenario de forma individual, pero no como miembros de ese partido. Tanto Podemos como Esquerda Unida son las dos fuerzas que defienden que los diputados de Madrid no deben rendir cuentas en el plenario. Primero, porque no fueron avisados de esa inclusión en el orden del día de la asamblea. Y segundo, porque aseguran que ya informan de su trabajo en reuniones con la ciudadanía, que es donde están sus votantes. En cierta forma, comparten con Podemos una idea: la de En Marea como una herramienta estrictamente electoral.

Tanto una fuerza como la otra forman parte del llamado sector crítico, donde también está un sector no menor de Anova y Marea Atlántica. A todos les une la defensa de entender el momento actual más allá de Galicia. Eso, en lo teórico. En la realidad, les une también su crítica a la actual dirección, que no consideran plural, y también su rechazo a que Luís Villares sea el portavoz único de la organización; de hecho, han presentado una enmienda que se debatirá en el plenario para que la portavocía sea rotatoria cada seis meses, y que se turnen dos mujeres y un hombre.

Tanto esta enmienda como el resto han pasado el corte para la asamblea, tal y como avanzaron ayer en una comparecencia Gonzalo Rodríguez y Ana Seijas, que presentaron el programa de la reunión. Al igual que Luís Villares el día anterior, ambos insistieron en una idea: no habrá ruptura, en gran medida, porque las distancia real entre las tesis oficiales y las de los críticos no es muy grande. «Xa temos agora un portavoz e dúas viceportavoces», apuntó Seijas, a lo que se suman, según la dirección, los «voceiros e vicevoceiros da Cámara», lo que «amosa xa unha grande pluralidade». La gran diferencia entre el estado actual y lo que plantean los críticos es que el liderazgo sea rotatorio, cosa que ahora no sucede. De prosperar ese objetivo, algo que no ocurrió en el anterior plenario, Villares vería erosionado su liderazgo orgánico.

Los diputados de Madrid desafían a la dirección gallega y hacen hoy balance en una librería

La negativa de cuatro de los cinco diputados de En Marea en el Congreso a rendir cuentas ante el plenario constituye uno de los ejemplos de las profundas tensiones que sacuden un proyecto en fase de construcción y que todavía no ha cumplido un año. Los parlamentarios gallegos, según el orden del día, informarán sobre el trabajo desempeñado ante los inscritos en una asamblea a la que, según la dirección, hay apuntadas 2.400 personas. Teóricamente, está previsto que también lo hagan los del Congreso. Y eso que ya han anunciado que no lo harán. Es más, para hoy está previsto que comparezcan a las once y media en una librería de Santiago, donde informarán sobre el trabajo desempeñado durante el período de sesiones.

En la dirección gallega de En Marea no ha gustado nada este pulso. «Nós agardamos que reconsideren esa posición porque do contrario estarían incumprindo o regulamento fundacional de En Marea», ha advertido Gonzalo Rodríguez. Cuatro diputados de Madrid (Yolanda Díaz, de Esquerda Unida; Ángela Rodríguez y Antón Gómez Reino, de Podemos, y Miguel Anxo Fernán Vello, de Anova) alegan no haber sido informados de este punto y que ya rinden cuentas ante la ciudadanía. De ese acuerdo se desmarcó Alexandra Fernández. Habrá que ver si los diputados asisten o no al plenario.

Los liberados

El otro elemento de tensión para el plenario está en las discrepancias entre las tesis oficiales y los críticos sobre la carta financiera de En Marea. Mientras los primeros admiten la inclusión del lucro cesante (compensar a los que cobraban más antes de entrar en político), los segundos no solo se oponen, sino que plantean recuperar la figura de los liberados orgánicos.