Los dueños de la explotación niegan que la mujer fuera pateada por una yegua y la cosieran

tania taboada LUGO / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

Asegura que el matrimonio se marchó antes de poder firmar los contratos de trabajo

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los administradores de la explotación ganadera de Friol (Lugo) que fueron denunciados por una pareja de Navarra por supuestamente practicarle a la mujer una cura usando anestesia de caballo para coserle una herida tras ser pateada por una yegua niegan los hechos. «Me dan una inyección y ya tengo que torcer la cara: ¡como para ponerme a hacer curas a otra persona!», dijo ayer desde Bélgica el acusado de practicarle la cura a la joven.

La administradora de la granja cree que la pareja está intentado fingir un fraude laboral. «A mí, por mucho que me digan que me van a coser, si no quiero, no me cosen. Es una explotación con acceso libre y tenían el coche. Podrían ir al hospital si fuera real. De hecho fueron cuando quisieron», explicó la administradora de la granja, quien aseguró que en cuanto la pareja tuvo el contrato de trabajo se inventó el accidente. «En la explotación no le pasó absolutamente nada. A ella le hicieron una cesárea. Después tuvo un problema y se le abrió la herida. Si le hubiera surgido algo en la granja no hubiera pasado nada. Aparte de la mutua, tenemos un seguro privado para los trabajadores», aseguró la propietaria. 

«Se fueron sin avisarnos»

Según relató la dueña, la pareja trabajó unos días en la explotación, y la abandonó sin comunicarlo y antes de que llegaran los contratos. «Les dije que fueran a la gestoría a recogerlos. Les expliqué dónde estaba y les di el contacto de la persona», manifestó la dueña, quien añadió que no supo más de ellos hasta que un abogado los llamó y les dijo que o llegaban a un acuerdo económico o iban a poner una denuncia. «Desde que se marcharon no volvimos a saber de ellos; les mandamos un burofax notificando que habían abandonado el trabajo. Les pagué incluso de más porque les di un adelanto de diez días y no los han trabajado», manifestó la propietaria.

Según indicó la administradora, el día 10 de julio ella y su padre viajaron a Bélgica, y el día 11 lo hizo su hermano. «Tenemos raíces aquí y estamos aprovechando para comercializar nuestra carne», manifestó.

Desde el día 11 de julio, trabaja en la explotación un vecino de Friol, que dijo tener contrato. Ayer por la mañana la Guardia Civil acudió a la granja para preguntar por los propietarios.