Un niño de 14 años denuncia a su padre por pegarle con el cinturón

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El hombre fue arrestado por la policía, que le atribuye un delito de violencia doméstica

25 jul 2017 . Actualizado a las 07:58 h.

El pasado sábado, cerca de las 21 horas, los agentes de una patrulla de la Policía Local de A Coruña fueron enviados al barrio del Ventorrillo desde la sala del 092, porque un menor de 14 años de edad había manifestado que estaba siendo agredido por su propio padre en su domicilio.

Los agentes llegaron al lugar de los hechos poco después, subieron al edificio y se entrevistaron con los progenitores del crío.

Los padres les explicaron que habían tenido una discusión con el niño. Según fuentes próximas al caso, la disputa había comenzado por algo que le habían comprado y que no era del agrado del pequeño. Los padres explicaron a los policías que el crío no les hizo caso cuando le recriminaron su actitud y que llegó, según las fuentes citadas, a tirarse sobre la cama con los botines puestos.

Fue entonces cuando, supuestamente, su padre le golpeó varias veces con un cinturón.

A continuación, los agentes municipales observaron que el menor, que estaba vestido con unos pantalones cortos, presentaba el lateral de la pierna izquierda enrojecido, y tenía la piel ligeramente levantada.

En consecuencia, decidieron llamar a una ambulancia para que los servicios médicos examinasen al niño con mayor detalle.

A la vista de lo sucedido, los policías locales procedieron a la detención del padre, que tiene 47 años, por un posible delito de violencia doméstica. Tras ser informado de los motivos de esa decisión y de sus derechos, fue trasladado a dependencias policiales, para ser luego puesto a disposición judicial.

El caso del bofetón

La detención se produjo apenas unos días después de que se diese a conocer una sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña en la que absolvía a una madre que había dado un bofetón a su hijo.

Los hechos habían sucedido el 24 de diciembre del 2015 en un piso de A Coruña, cuando el menor, de 11 años, desobedeció en reiteradas ocasiones a su madre, que le estaba llamando para hacer el desayuno, mientras él seguía en la habitación escuchando música. Continuó llamándolo sin que el niño hiciese caso hasta agotar la paciencia de la madre, que se acercó para exigirle que cambiase su actitud. Lejos de hacerlo, el crío cogió un berrinche y lanzó su teléfono móvil, valorado en 800 euros, contra el suelo. Su madre reaccionó propinándole «un bofetón» a la altura del pómulo izquierdo. No le provocó lesiones.

El niño denunció los hechos, y la Fiscalía imputó a la mujer un delito de violencia doméstica, por el que pidió que se le impusiesen 35 días de trabajos para la comunidad y la prohibición de acercarse a menos de 50 metros del crío durante seis meses.

El titular del Juzgado de lo Penal número 2, José Antonio Vázquez Taín, la absolvió al considerar que «no abofeteó a su hijo para causarle una lesión. Su intención era clara y solo trataba de poner fin a una actitud violenta del menor, que es el que primero acude a un acto físico de fuerza al lanzar el móvil -no se pudo acreditar si con intención de golpear a su madre o al suelo-, y a su comportamiento totalmente despectivo hacia ella, negándose a algo tan lógico como poner el desayuno».

La falta de lesiones, clave para absolver a una madre

La sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña que absolvió a una madre por dar «un bofetón» a su hijo se fundamenta en que el menor no sufrió lesiones y en que no había intención de maltratar o violentar al menor, sino de reprender su actitud de forma puntual y sin actuar de forma excesiva. Esos son los dos criterios que utilizan de forma general los jueces a la hora de exculpar a los padres.