Empresas que veían ruinoso el plan de transporte ofertan precios rebajados

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

JOSE PARDO

En once contratos deberán justificar su oferta económica, y 27 ya están adjudicados

27 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta ha desgranado las ofertas recibidas por parte de las empresas de transporte para aspirar a los 41 contratos que salen en esta primera fase de su plan, y se ha llevado una sorpresa relativa pero muy significativa. Algunas de las compañías que han pujado por gestionar líneas han presentado rebajas económicas sobre la tasación inicial que la conselleira Ethel Vázquez ha calificado de «importantes».

Se trata de descuentos que rondan hasta el 20 %, de ahí que la Consellería de Infraestruturas haya optado por pedir justificaciones a las empresas que aspiran a esos contratos y que coinciden con algunos de los gigantes del sector que tienen más posibilidades de compensar por otras vías un contrato más ajustado.

Esta circunstancia le ha valido a la Administración para cuestionar los argumentos de la patronal, que sostiene desde hace semanas que los contratos eran «ruinosos». Este trámite adicional retrasará al menos 24 horas la adjudicación de once concesiones, pero no corren peligro porque hay más de una empresa interesada. Para Vázquez, se trata de una actitud «incoherente» con lo sostenido durante las negociaciones, y al mismo tiempo desmonta el argumento de que el margen de negociación de los convenios con los conductores era estrecho.

Mientras, otras 27 concesiones ya tienen asignada una empresa (10) o una unión temporal de dos o más sociedades (17). La satisfacción en la consellería era este miércoles evidente, ya que entre las firmas que aparecen hay «continuidad». Varias coinciden en solitario con las que están prestando el servicio en estos momentos pero que renunciaron a la línea al verse avalados por una sentencia del Supremo, y otras aparecen en sociedades unidas a otras firmas más o menos grandes.

Subrogación

Casi superados los trámites más engorrosos para la Xunta, son ahora las empresas las que deben iniciar los ajustes finos para asumir los contratos de los trabajadores que desempeñaban el servicio. La subrogación viene recogida en los pliegos y para la Xunta es una garantía para que el servicio que arranque el 8 de agosto esté en manos de profesionales que conocen las zonas en las que van a operar.

Feijoo ve «lóxicas» las diferencias con la patronal y no quiere que pierdan dinero con las rutas

El presidente de la Xunta habló en Ourense del plan de transporte y aseguró que ve «lóxicas» las discordancias entre su Administración y las empresas, pero advirtió a la patronal que la planificación autonómica es competencia exclusiva del Ejecutivo. Feijoo enmarcó esas desavenencias en los distintos intereses que defiende cada parte, las cuentas de resultados y el servicio público, respectivamente. Pero lo importante, a su juicio, es que los gallegos van a tener transporte, así vivan en lugares «difíciles e inaccesibles», y que las pequeñas y medianas empresas del sector, por las que temían los trabajadores y la patronal, entrarán dentro del «reparto». También defendió el transporte mixto, porque «non ten moito sentido» que un padre acompañe a su hijo al bus y que tenga que esperar «dúas horas» por el servicio general, si es que existe, e insistió en que una empresa no debe perder por prestar un servicio público.

Contactos en Baixa Limia, Ourense y Terra de Celanova, sin aspirantes

De los 41 contratos que se activarán el 8 de agosto solo hay problemas con tres. Se corresponden con rutas de la provincia de Ourense (en la comarca de la capital, en A Baixa Limia y en Terra de Celanova), por las que no hubo oferta. Sí existió un interés inicial de compañías que finalmente no han dado el paso por no ver claros algunos aspectos económicos. No será un problema, aseguran desde Infraestruturas, porque la Xunta tiene capacidad y margen para revisar esos tres contratos e intentar solventar con algún ajuste las dudas que puedan planear sobre esas líneas. Lo harán primero con las empresas que mostraron interés, a las que les han pedido una oferta alternativa, y, de persistir en su negativa, sacarán el as en la manga definitivo: la adjudicación directa.