Rosario Porto no logra vender el chalé de Teo, escenario del crimen de Asunta

x. m. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

IAGO GARCÍA

La madre también quiere deshacerse del apartamento de veraneo en Arousa y de un piso en Santiago

21 sep 2018 . Actualizado a las 12:00 h.

No es fácil vender una casa en la que se ha cometido un asesinato. Por grande que sea, por mucha finca que tenga, siempre será el escenario de un acontecimiento terrible, de un crimen que marcará toda la vida el inmueble. Quizás por eso Rosario Porto no logra vender el chalé que heredó de sus padres en Montouto (Teo). El mismo al que llevó en coche a su hija Asunta aquel 21 de septiembre del 2013 para, drogada como estaba por la ingesta de una gran cantidad de lorazepam -marca Orfidal-, asfixiarla hasta la muerte tapándole al mismo tiempo la boca y la nariz, probablemente con un clínex sujetado por su propia mano asesina.

Ese chalé está en una finca de una hectárea y cuenta con 400 metros cuadrados de superficie construida. Dispone de cinco habitaciones dobles y otros tantos baños, comedor, cocina y lavadero. Además, cuenta con piscina, cancha de tenis, bodega, garaje, una terraza y un jardín que hoy está francamente descuidado tras cinco años de abandono. El inmueble ya estaba a la venta antes de que se produjera el crimen. Rosario Porto hizo esa gestión en agosto del 2013 y pedía una cantidad cercana al millón de euros.

Las últimas informaciones situaban ya su precio en la mitad del inicial, unos 500.000 euros, que tampoco han servido para que alguien se interese por una vivienda que estará para siempre lastrada por ser el lugar en el que mataron a Asunta.

Además del chalé de Teo, Rosario Porto es propietaria de un importante patrimonio inmobiliario que heredó de sus padres. Su padre, Francisco Porto, fue un conocido abogado de Santiago con uno de los despachos más florecientes de la ciudad, lo que le permitió hacerse con varias propiedades. Entre ellas, un apartamento de veraneo en Vilanova de Arousa que también ha estado a la venta sin éxito por unos 150.000 euros, así como un piso en la compostelana calle de Montero Ríos en el que un día tuvieron el bufete y que ahora la madre de Asunta también quiere vender por unos 200.000 euros.

A estos inmuebles hay que sumar el piso en la calle Doutor Teixeiro en el que Rosario Porto vivía con Asunta y en el que también residió Alfonso Basterra hasta que el matrimonio se rompió. La otra propiedad que se sabe que tenía la madre de Asunta es el piso de la calle General Pardiñas -una de las más caras de Santiago-, que además contaba con una plaza de párking. Antes del crimen, estaba reformándolo y acondicionándolo porque su intención era mudarse a vivir allí.