García Adán y Pulleiro, dos de los cabecillas de la Carioca, alcanzan un acuerdo con la Fiscalía para rebajar sus penas por blanqueo

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

GALICIA

Pulleiro (en primer plano) y García Adán (en la televisión, interviniendo desde prisión), en la sesión del juicio de la pieza principal de la Operación Carioca, celebrado en la Audiencia Provincial de Lugo en noviembre del 2021.
Pulleiro (en primer plano) y García Adán (en la televisión, interviniendo desde prisión), en la sesión del juicio de la pieza principal de la Operación Carioca, celebrado en la Audiencia Provincial de Lugo en noviembre del 2021. ALBERTO LÓPEZ

El juicio se celebra este lunes en la Audiencia Provincial de Lugo, donde los principales acusados de la causa judicial más extensa de la historia de España serán condenados a penas menores

06 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

José Manuel García Adán y José Manuel Pulleiro, dos de los proxenetas más conocidos de Lugo y principales caras de la Operación Carioca, regresan este lunes a los juzgados. Y es que la Audiencia Provincial de Lugo juzga este lunes al dueño de dos clubes de alterne de Lugo y a dos de sus socios más estrechos por blanquear importantes cantidades de dinero procedentes de la prostitución.

La vista será breve, ya que fuentes cercanas al caso confirmaron a La Voz que las defensas llegaron a un acuerdo con la Fiscalía para aceptar la autoría de los hechos a cambio de una rebaja de la pena.

Según recoge el escrito de acusación, García Adán era dueño de dos clubes de alterne de la zona, donde ejercían la prostitución mujeres extranjeras, mayoritariamente brasileñas. Por estos hechos, se los juzgó a él y a José Manuel Pulleiro por 54 delitos de prostitución coactiva y uno contra la salud pública. Este lunes, ambos, junto a otro socio, serán condenados a penas de menos de dos años, todavía por concretar, pero que le servirán para evitar la prisión a Pulleiro y para no ampliar su estancia allí a Adán.

Ambos cuentan con antecedentes penales, derivados de otros juicios de esta misma macrocausa. Hace menos de un año, también llegaron a un acuerdo con la Fiscalía para rebajar las penas que les solicitaban por la pieza principal de la Operación Carioca. De los 524 años que se pedían para ellos, se quedaron en menos de 90 para cada uno. En la práctica, por motivos legales, no cumplirán más de diez. Pulleiro, de hecho, ni siquiera entró en prisión tras esa condena. Adán continúa en la cárcel de Mansilla de las Mulas, en León, pero por otra condena, relacionada con un caso de violencia de género sobre su expareja. 

La causa fue iniciada hace ya casi 15 años por la jueza Pilar de Lara. Ahora, poco a poco, todas las causas abiertas por la magistrada se van esfumando entre acuerdos y archivos. Todos, marcados por las enormes dilaciones de los procedimientos judiciales, algunos de más de una década de antigüedad.

En los registros practicados a tenor de la causa del blanqueo de los dos clubes de alterne, que se juzga este lunes en Lugo, los agentes localizaron importantes sumas de dinero —9.500 euros en uno de ellos y 2.684 euros en el otro—, así como 29.500 euros en una cuenta bancaria y 79.950 euros en una caja de seguridad vinculada a una cuenta a nombre el acusado.

Aumento enorme del patrimonio de García Adán

Además, entre 2007 y 2008, Adán se hizo con un «importante patrimonio personal», como un piso en Lugo valorado en 49.000 euros, un bajo comercial de 90.000 euros, un ático también en Lugo de 48.000 euros y un piso con trastero y garaje por 110.000 euros, así como varios vehículos. En cuanto a los otros dos acusados, uno de ellos actuó como testaferro. El otro, Pulleiro, ejercía como encargado de los clubes de alterne. La Fiscalía, en esta ocasión, ha propuesto por su propia iniciativa que se suspenda la entrada en prisión de Pulleiro, debido a que su pena será de apenas unos meses de cárcel. 

El Ministerio Público considera los hechos constitutivos de un delito de blanqueo de capitales, del que acusa tanto al propietario de los clubes como al encargado, mientras califica al testaferro de cooperador necesario. Antes del acuerdo, pedía para Adán una pena de cuatro años y tres meses de prisión, así como el pago de una multa de medio 700.000 euros. Para el encargado de los clubes reclamaba dos años y tres meses de prisión y pago de 300.000 euros, mientras que para el testaferro pedía 20 meses de cárcel y multa de 20.000 euros.