Las rebajas y ampliaciones de la AP-9 no captan más tráfico, ahora en niveles de prepandemia

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

El puente de Rande, con el peaje visible al fondo.
El puente de Rande, con el peaje visible al fondo. XOAN CARLOS GIL

Los nuevos carriles de la autopista en Rande y Santiago cumplen 5 años registrando menos retenciones, accidentes y reclamaciones

30 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace hoy cinco años Mariano Rajoy despedía el 2017 al pie del puente de Rande inaugurando sus nuevos carriles exteriores y deseando a los presentes lo mejor para el siguiente año, aunque se equivocó e hizo votos por un feliz 2016. A él no le fue bien el cambio en el calendario, pues fue apeado del Gobierno cinco meses después, y a la AP-9, como a los demás viales de pago, la pandemia y el confinamiento cortaron la progresión de tráficos que venía enlazando en los ejercicios anteriores. Aún más, la principal autopista gallega apenas ha incrementado su número de usuarios respecto al escenario previo a la crisis sanitaria, pese al aumento de capacidad en el paso sobre la ría de Vigo (el tramo de mayor tráfico de toda la autopista) y en Santiago, pero sobre todo, pese a las bonificaciones implantadas en el verano del 2021. Estas permiten hacer el regreso gratis, no pagar en el tramo de Vigo-Redondela, ver rebajada la tarifa en su tramo final con Tui o minorar el precio en todo el vial a los transportes pesados.

El último balance aportado por el Ministerio de Transportes apunta a que la media diaria de usuarios entre todos los tramos de la AP-9 fue hasta septiembre de 24.930 vehículos, solo 116 más que en el último ejercicio no afectado por el covid. Las bonificaciones no han tenido pues un efecto arrastre, coincidiendo, eso sí, con el encarecimiento de los combustibles y la entrada en vigor de los bonos gratuitos de tren y la rebaja de precios del autobús interurbano.

Rande y Santiago

Poniendo el foco en los dos tramos abiertos hace hoy cinco años, en ambos casos el nivel de tráfico es inferior al del 2019, y en el caso de la circunvalación de Santiago incluso está por debajo de las cifras registradas durante las obras realizadas entre el 2015 y el 2018. Audasa, concesionaria de la autopista, cifra en 38.037 el número de vehículos que de media han utilizado hasta el 15 de diciembre el tramo que circunda la capital gallega, 3.359 menos que en el 2019.

En Rande se alcanzará este año el segundo mejor registro del último decenio, 58.453 coches al día, pero son 1.445 menos que hace tres años y queda aún lejos del récord de 60.000 y picos de 72.000 que quedaron para la historia marcados en el año 2007.

Los nuevos carriles del puente le han permitido espaciar la densidad de su tráfico, pasando de un nivel D de fluidez de tránsito de antes de la ampliación al segundo mejor escalón de una clasificación de seis notas posibles. Pasó de «maniobras limitadas y pequeñas demoras», como establece dicha asignación oficial, a un «tráfico estable y con una capacidad de maniobra levemente restringida y sin demoras». En Santiago se evolucionó de un tránsito que requería cuidado al mejor nivel del ránking, con «pocas o ninguna restricción».

El número de accidentes con cualquier tipo de víctimas registrados por la DGT se redujo en Rande en un 40 % respecto a su disposición original de cuatro carriles. De 35 siniestros entre el 2014 y el 2019, se pasó a 21 desde el 2019 al 2022. En Santiago, ambos períodos se equiparan, con 20 choques en cada período.

Con menos retenciones y accidentes se consignaron menos reclamaciones por atascos y señalizaciones, según el balance efectuado por Audasa. De las 277 presentadas por los usuarios en los cuatro años previos a las obras, o las 173 hechas llegar a la empresa durante los trabajos de ampliación, se han presentado en los últimos cuatro años solo 46 por motivos vinculados a atascos.