Detenido un armero en A Fonsagrada por modificar fusiles, pistolas y escopetas y traficar con ellas

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

GALICIA

Las armas requisadas por la Guardia Civil en una intervención en A Fonsagrada.
Las armas requisadas por la Guardia Civil en una intervención en A Fonsagrada. guardia civil

La Guardia Civil le requisó casi 40 artefactos, 2.200 cartuchos, pólvora y piezas para modificar pistolas y fusiles. El arrestado trabajaba en la brigada antiincendios y su hijo es militar

05 jul 2023 . Actualizado a las 13:51 h.

La Guardia Civil hizo público este miércoles el resultado de la operación «Furancho». Esta investigación, liderada por agentes de la Comandancia de Lugo y por la Jefatura de Información, llevó a la detención de un vecino del municipio de A Fonsagrada, acusado de haber traficado con armas modificadas durante años. En los registros, encontraron en su domicilio fusiles, pistolas, escopetas, miles de cartuchos, pólvora y elementos para modificar las armas, una práctica ilegal sin permiso.

La operación, sin embargo, arrancó en el año 2020. Fuentes de la Comandancia lucense afirman que todo empezó con las sospechas de que usuarios de diversas plataformas de Internet se dedicaban a traficar con armas modificadas. Entonces, arrancó una investigación que concluyó recientemente con la detención de este vecino de A Fonsagrada, de mediana edad, y que ejerció como armero en un taller personal durante muchos años.

Tras años de pesquisas, en los que los agentes de la Guardia Civil dieron con el sospechoso, se certificó que muchos usuarios enviaban paquetes con armas y piezas de fusiles, pistolas y demás artefactos a la vivienda de este hombre, ubicada en el municipio lucense de A Fonsagrada.

Cuando la Comandancia consideró que tenía la información y las pruebas necesarias, se ordenó la detención del sospechoso. Además, se realizaron diversas entradas y registros en distintos puntos de la comarca. 

Decenas de armas y utensilios para modificarlas

En estas intervenciones, la Guardia Civil dice ahora que se localizaron «un total de 39 armas, más de 2200 cartuchos de diferentes calibres, pólvora para la fabricación de municiones y herramientas para la transformación de armas, así como para la fabricación de municiones». 

La lista completa de lo intervenido es más específica:

  • 22 pistolas

  • 11 revólveres

  • 4 escopetas

  • Un fusil CETME del calibre 7,62

  • Una carabina

  • Más de 2.200 cartuchos de distintos calibres

  • 3.000 gramos de pólvora

  • Múltiples piezas fundamentales de armas cortas y largas de distintos calibres

Además, explica la Guardia Civil, «se ha precintado distinta maquinaria con la que operaba tanto para la modificación y transformación de las armas, así como también distintas herramientas y útiles destinados para la fabricación de municiones».

Diversos delitos, un taller clandestino y una galería de tiro privada

La Benemérita explica ahora que al detenido se le imputan presuntos delitos de depósito de armas, depósito de municiones, tenencia de armas prohibidas y tenencia ilícita de armas, «así como por realizar modificaciones y/o transformación de armas gracias a los conocimientos que adquirió en su momento como armero».

Además, en los diversos registros, se analizó el taller clandestino en el que modificaba las armas, además de una galería de tiro en donde las probaba. 

Fuentes de la Comandancia añaden que, a pesar de que no se ha podido probar, resulta casi inequívoco que el sujeto, además de modificar las armas, también traficaba con ellas. 

Conocido en la comarca

El arrestado es un vecino de A Fonsagrada que, hasta ahora, compaginaba su labor en la armería con su trabajo en las brigadas forestales de prevención de incendios. Concretamente, conducía una motobomba. Llegó a participar en un programa televisivo de la cadena Cuatro, en el que se hacen encuentros de parejas. Su hijo también es conocido en la zona por ser militar en el Ejército. 

La armería, curiosamente, estaba a apenas un par de calles del cuartel de la Guardia Civil de A Fonsagrada. El día que se ordenó su detención y se produjeron los registros, la Benemérita envió a varios furgones con agentes encapuchados y que portaban armas largas. El suceso alertó a los vecinos de la localidad. 

Se comprobará si las armas se usaron en algún crimen

Ahora, comienza un largo proceso de análisis y estudio de todos los artefactos requisados. Los especialistas en Balística de la Guardia Civil deberán probar cada arma para comparar las muescas que dejan en los proyectiles y compararlas con sus bases de datos de armas sin identificar. No es algo que se crea probable, pero existe la posibilidad de que alguna de estas armas se usase para cometer algún delito, por lo que es necesario cotejar sus disparos con las bases de datos.

Desde la Comandancia de Lugo insisten en que la modificación ilícita de pistolas y fusiles es un delito grave. No solo por el mero hecho de cambiar los componentes, sino porque es una manera de que un arma que se ha usado para un crimen se pueda seguir usando, pero sin dejar registro de su existencia.

En Lugo, ya se han dado casos así en las últimas décadas. El más mediático fue el de la pistola utilizada en el crimen del Cash Record de O Ceao en el 1994. Fuentes de la investigación siempre sospecharon que el autor de las muertes de los dos empleados de la tienda, Elena López y Esteban Carballedo, pudo haberle enviado la 9mm BM Parabellum que usó en el crimen a un armero amigo suyo para que la modificase. De esta forma, jamás se podría demostrar que ese arma se utilizó en alguna ocasión antes de ser reformada.

Segundo traficante de armas en un año

La provincia de Lugo no es ajena al tráfico de armas, ni mucho menos. Hace apenas un año, fue arrestado en Melilla un policía nacional originario de Láncara, que guardaba 24 armas, 7.500 cartuchos, 2,7 kilos de marihuana y 15 colmillos y figuras de marfil en su domicilio familiar, ubicado en la entrada de esta localidad lucense. 

En aquel caso, el joven, llamado Samuel López, estuvo investigado por posesión ilícita de armas de fuego, posesión ilícita de munición, tráfico de drogas y contrabando (por los colmillos de marfil). A pesar de la espectacularidad del caso, el juzgado decidió que no eran motivos suficientes para enviarlo a prisión. Por ello, quedó en libertad con cargos.