Las asociaciones piden cuidar el Camino de Santiago: «En él caben todos, pero no todo»

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El encuentro se desarrolla en el Monte do Gozo, que aloja a los asistentes como peregrinos
El encuentro se desarrolla en el Monte do Gozo, que aloja a los asistentes como peregrinos Sandra Alonso

Los colectivos españoles alertan del riesgo de que los itinerarios pierdan su esencia, y los extranjeros demandan mejoras estructurales en sus trazados

21 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las asociaciones de amigos del Camino de Santiago que participan hasta el domingo en su segundo encuentro mundial han expresado en su segunda jornada de debate en el Monte do Gozo su profunda preocupación por el futuro las rutas jacobeas. Y también han reflexionado sobre su propia existencia y el papel que les corresponde jugar para defender los distintos itinerarios, tanto desde el punto de vista inmaterial como de la calidad en la atención que merecen los peregrinos.

Los asistentes de Andalucía, Castilla-León, Levante, Asturias y Galicia aludieron sin tapujos al riesgo de que el Camino pierda su alma y su esencia si los itinerarios se diluyen entre la abultada oferta de rutas senderistas y caminos históricos que hay en sus comunidades. La solicitud de muchos concellos para la apertura de nuevas rutas que aspiran a ser itinerarios jacobeos es una preocupación que especialmente manifestaron los colectivos de Galicia. «Si todo es Camino, nada es Camino»; «no podemos matar la gallina de los huevos de oro»; «no podemos perder el espíritu»; «pintar flechas amarillas es muy fácil, pero hay que respetarlas»; «en el Camino caben todos, pero no cabe todo» son algunas de las frases pronunciadas durante la jornada, en la que también se lanzó un mensaje de paz, planteando el Camino de Santiago como un símbolo de unidad de todos los pueblos, incluidos los de Ucrania, Rusia, Gaza e Israel.

Los colectivos de las distintas comunidades autónomas también abrieron el debate sobre la necesidad de que sus esfuerzos se centren en «servir al peregrino» y en trabajar conjuntamente con la meta de que las asociaciones puedan formar parte del Consejo Jacobeo, o que se trabaje en una ley estatal sobre el Camino de Santiago.

Ante la posibilidad de abrir nuevas rutas jacobeas, la opinión unánime de los presentes fue de alerta, por lo que instaron a los organismos encargados de velar por el valor patrimonial del Camino a ser muy rigurosos con sus conclusiones y dictámenes.

Dado el carácter internacional del encuentro, la participación de ponentes de asociaciones del Camino llegados de países tan distintos como Dinamarca o Alemania permitió acercarse a una realidad muy diferente, ya que estos países tienen itinerarios propios muchísimo menos transitados y sus problemas tienen que ver más con que en algunos casos no están bien señalizados y las rutas pueden entrañar cierto peligro.

Por el contrario, la representación de Portugal y Francia (Bretaña) confirmó el creciente interés de sus poblaciones por la ruta jacobea, mientras que el mensaje expuesto por la asociación de Taiwán resultó especialmente emotivo por todo lo que supone recibir a peregrinos de un país que está a sesenta horas de avión.

Si en la jornada de ayer intervinieron representantes de Europa, en el programa diseñado para hoy, el protagonismo corresponderá a las asociaciones de América, con representantes de Canadá, Brasil, Argentina, Uruguay y México. La previsión es que debatan sobre la conveniencia de crear una red de rutas similar a la europea.

Hacia la federación europea

Además de intensos debates, la segunda jornada del encuentro contó con un acto formal de presentación. Jorge Martínez Caba, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, incidió en el reto de constituir una federación europea, y destacó el trabajo de las asociaciones que vigilan y promocionan los 80.000 kilómetros jacobeos.

José Manuel Merelles, director de Turismo de Galicia, reconoció la contribución de los colectivos para que el número de peregrinos no deje de crecer, y apeló a la desestacionalización para mantener el espíritu jacobeo y que el Camino siga contribuyendo a la economía de Galicia. «Administraciones y asociaciones tenemos que ir de la mano para seguir manteniendo a la gente en el Camino y seguir atendiendo sus necesidades», apuntó Merelles.

Por su parte, el arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto, destacó el valor del Camino «como un gran espacio abierto y un horizonte hacia el que se encaminan los que buscan y los que no buscan, los inquietos y los indiferentes, los creyentes y los no creyentes. Y en ese Camino debemos preguntarnos por el sentido de la vida».

Las asociaciones divulgan su actividad y su logo
Las asociaciones divulgan su actividad y su logo Sandra Alonso

Del discurso impecable del arzobispo a las verdades como puños de Ángel Trabada

Cristóbal Ramírez

En el principio fue el caos. Un caos pequeño, cierto. Y, en este caso, tecnológico. Lo típico del directo: fallaba un micrófono, volvía a fallar (o era otro) y menudencias de ese estilo que no hicieron disminuir la efervescencia y el buen ánimo de los numerosos asistentes al encuentro internacional. Después, las cosas se fueron solucionando y, cuando el arzobispo compostelano hizo uso de la palabra, todo funcionaba. Y, si en ese momento no hubiera funcionado, hubiera dado igual, porque el personal no perdía palabra de lo que con voz rotunda, firme y segura decía Francisco José Prieto; gran oratoria seguro que pulida en muchos púlpitos, un discurso perfecto desde el punto de vista formal. No lo pudieron igualar ni Francisco Millán Mon ni Xosé Manuel Merelles. El muy querido Paco Mon, al que el Camino de Santiago debe mucho porque él es la alma mater —¡y desde hace muchos años!— de la ruta jacobea en el Parlamento Europeo, enmarcó con notable alto el tema a debatir durante estos días. Y no se lleva el sobresaliente porque declaró que su partido político, con nombre y apellido, apoyaba el Camino y el encuentro. No era ni el lugar ni el momento de la cita.

Xosé Manuel Merelles, como quien dice casi aterrizando en el puesto de director xeral de Turismo, es —sea dicho con todo respeto— perro viejo: lleva toda su vida profesional en el mundo del turismo y del Camino, y se las sabe todas. Hizo un discurso sobrio al que nadie daría una medalla a sus entonaciones, pero de su boca salía justo lo que debía salir, escapando de esa palabra que tanto gusta a los políticos, pero que él sabía que ante aquella audiencia no se podía pronunciar: récord, porque el Camino no va de récords.

Puestos a destacar a alguien más, a lo largo de la mañana, la intervención de Ángel Trabada (Lugo) recibió una larga y merecida ovación, con su denuncia de la picaresca de quienes quieren llenar Galicia de falsos itinerarios jacobeos y que luego la Xunta (o sea, los contribuyentes) los llenemos de promoción, albergues y dinero. Alguien remarcó a continuación que, «si todo es Camino, nada es Camino». Se puede decir más alto, pero no más claro.

intercambio cultural

Una compostela particular con los sellos de todos los participantes

Las asociaciones del Camino de Santiago solo han celebrado dos congresos mundiales. El primero se remonta al año 2015 y desde entonces la proyección de la ruta se ha disparado, al igual que el número de asociaciones, que ya superan las 140. Como en todo encuentro que se precie, el intercambio de conocimientos y experiencias va parejo al de recuerdos. Y, en una reunión mundial de asociaciones del Camino como esta, el obsequio por antonomasia es una particular compostela de sellos de las asociaciones participantes y toda la información que cada una de ellas atesora y regala.