Militantes de Vox trasladan por escrito a Abascal el rechazo a su candidato por Pontevedra: «Nos sentimos despreciados»

Carlos Punzón
C. Punzón VIGO

GALICIA

Cedido

Plantaron a Díaz-Mella en su presentación como aspirante en Pontevedra delante del propio presidente del partido, a quien le entregaron una carta advirtiendo que abandonarán si no hay relevos

25 ene 2024 . Actualizado a las 00:51 h.

La división interna se ha desatado en Vox Galicia en plena precampaña electoral para el 18F. Un incidente registrado en Pontevedra en el acto de presentación de sus cabezas de lista, con Santiago Abascal presente, ha catalizado el descontento de parte de las bases de la formación que rechazan la designación del vigués Álvaro Díaz-Mella como candidato a la presidencia de la Xunta.

Parte de ese grupo crítico acudió a la presentación el domingo en Pontevedra con la idea de abandonar momentáneamente la sala cuando tomase la palabra el cabeza de lista por Pontevedra y cartel de Vox a la presidencia gallega. Y así fue. En cuanto Díaz-Mella tomó la palabra, parte del público se levantó y se encaminó hacia la puerta para abandonar el salón. La acción fue recriminada por algunos de los que se mantuvieron en sus sillas, y ante la incertidumbre de la mayoría, se cruzaron gritos de «fuera, fuera» entre ambos bandos y de «¡lárgate payaso!, ¡lárgate, lárgate!» dirigido a alguno de los militantes críticos en su marcha. Los encargados de seguridad interna acompañaron a los integrantes de la corriente crítica fuera de la sala. Posteriormente, según explican estos (que evitan dar sus nombres porque dicen temer represalias), lograron hacerle llegar al propio Santiago Abascal un escrito explicando sus discrepancias.

Abascal conversando con el candidato a la Xunta, Álvaro Díaz-Mella, el domingo en Pontevedra.
Abascal conversando con el candidato a la Xunta, Álvaro Díaz-Mella, el domingo en Pontevedra. Mónica Irago

En la carta tratan de hacer ver el error que para ellos supone la elección de Díaz-Mella como candidato. Le acusan en concreto de llevar «cuatro años arruinando el partido en Pontevedra como presidente de la gestora», tanto organizativa como estratégicamente, además de sembrar dudas sobre los gastos de la formación en la provincia en las últimas elecciones municipales. Esas denuncias internas y petición de una auditoría fueron archivadas por la dirección nacional de Vox, que ahora vuelve a confiar en su responsable en la provincia de Pontevedra tras haberse presentado tanto a las elecciones locales en Vigo como a las generales el año pasado.

«El patriotismo, los afiliados, votantes y simpatizantes de Vox en Galicia estamos de luto. De nuevo nos sentimos abandonados, ignorados, despreciados y a bordo de un buque con un rumbo muy oscuro», señalan en la carta entregada a Abascal. «Es muy difícil seguir apoyando al partido con estas decisiones», añaden en relación a la designación del candidato.

Persuadidos de que Vox volverá a quedarse sin lograr representación en Galicia, los críticos advierten al presidente del partido que «si después de estas elecciones, y en previsión del estrepitoso fracaso que de nuevo traerá este señor, no lo apartan de la gestora, con todo el dolor de nuestros corazones pediremos nuestra baja como afiliados y lastimosamente muchos seguirán el ejemplo», auguran.

«Es una rebelión de la gente que quiere trabajar por Vox frente a los que se acomodaron en el partido, frente a la inacción total. Se han bunkerizado y a quien discrepa o reprocha algo le destituyen y fuera», asevera uno de los integrantes del sector crítico.

Desde dicho grupo se asegura que unos treinta militantes ya remitieron en agosto un escrito al comité de garantías de Vox advirtiendo de la falta de actividad interna y cuestionando la gestión de la estructura provincial, la carencia de organización y tareas de enraizamiento en la sociedad gallega.

Por otra parte, Vox ha presentado una denuncia ante la Junta Electoral de Galicia por haber sido excluido del debate que se celebrará en la CRTVG el día 5 entre los principales candidatos a la Xunta. «Es una arbitrariedad y un abuso de poder», señala Vox, que exige ser equiparado a Sumar, que sí intervendrá.

Desde la dirección de Vox en Galicia aseguran confiar «plenamente» en su candidato. «Somos conscientes de que la protesta del acto del pasado domingo fue un acto aislado protagonizado por dos afiliados que no han visto cumplidas sus expectativas dentro del partido», apuntan. «Sobre el supuesto manifiesto, desconocemos el contenido del mismo, por ello no haremos valoraciones», añaden.