Quejas de los usuarios por la dificultad para acceder a las ofertas de Renfe

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Viajeros en el vestíbulo de la estación de Santiago
Viajeros en el vestíbulo de la estación de Santiago Sandra Alonso

Las obras en la estación madrileña de Chamartín obligan a suprimir el Alvia de Lugo, pero el resto de las ciudades apenas se verán afectadas por los cambios

12 mar 2024 . Actualizado a las 17:31 h.

Había cierto temor a que las conexiones ferroviarias con Madrid a partir del 8 de abril y hasta finales de julio, cuando la estación de Chamartín esté en obras, se parecieran un poco más a los tiempos previos a la apertura de la línea de alta velocidad en diciembre del 2021, al menos en el número de opciones para viajar a o desde la capital de España. Pero las modificaciones introducidas por Renfe la oferta ferroviaria en la comunidad, debido a los trabajos para ampliar la playa de vías de alta velocidad de la estación madrileña Chamartín-Clara Campoamor, no supondrá una revolución en los horarios. Al menos sobre el papel. A grandes rasgos solo habrá dobles composiciones en los primeros trenes de la mañana en ambos sentidos y se suprime el Alvia a Lugo, principalmente porque las obras en el eje Ourense-Monforte-Lugo obliga a realizar parte del recorrido en autobús.

Mientras, los usuarios se lanzaron ayer masivamente a adquirir los 2.000 billetes semanales a 25 euros que Renfe y el Ministerio de Transportes han puesto a la venta como compensación a Galicia y Asturias por el retraso en la puesta en servicio de los nuevos trenes de muy alta velocidad de la serie 106 (Avril), y que permitirán viajar entre el 1 de abril y el 6 de mayo. Pero la compra en la web de Renfe no fue tarea fácil. Los billetes no estuvieron disponibles hasta el mediodía, hubo una caída de la web y al principio del proceso se producían esperas de hasta veinte minutos, y ni siquiera eso garantizaba reservar las plazas. Esto provocó quejas por parte de los usuarios, que aprovechaban para protestar porque los períodos de tiempo en los que Renfe abre la venta son demasiado cortos y no permiten planificar viajes con antelación.

«¿Cómo puede ser que Renfe anuncie que pone a la venta unos billetes que luego no existen ? ¿Cómo puede ser que hables con su servicio de atención al cliente y que te digan que no saben nada del asunto? ¿Cómo puede ser que el sistema te ponga en lista de espera y que cuando llega tu turno, después de casi una hora, no puedas comprar el billete?», se preguntaba una persona en la web de La Voz, ejemplificando lo que ayer les ocurrió a muchos. «Mientras otros españoles tienen posibilidad de planificar sus viajes con la lógica antelación necesaria, los gallegos no podemos comprar un billete de tren a Madrid a tres semanas vista», apuntaba otro lector. No obstante, la situación fue mejorando por la tarde y Renfe reconoció «incidencias puntuales» por el gran aumento de demanda que generó la oferta. A última hora de ayer aún quedaban muchas opciones para conseguir asientos a 25 euros, y probablemente siga así en las próximas jornadas, pues la antelación mínima para comprarlos es de diez días.

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Más proporcionalidad

El presidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, incidió ayer en que estas ofertas deberían tener en cuenta el peso demográfico de Galicia y el número de plazas semanales de esta conexión, dando a entender que no es lógico que la comunidad gallega tenga asignadas las mismas plazas bonificadas que Asturias. Aunque Rueda saluda el hecho de que se diseñaran compensaciones por el retraso de los trenes Avril, aseguró que estas deben basarse «na proporcionalidade, tanto no dano, como a poboación e o tráfico de cada comunidade».

Las vicisitudes que vivió ayer la web de Renfe, en pleno cambio de operativa por las obras en Chamartín y con una oferta atractiva que atrae a muchos viajeros potenciales, tal vez también está detrás de que a partir del 8 de abril no aparecieran los viajes a Madrid con transbordo, bien para acceder a un Alvia con otro origen, bien para conectar con el AVE en Ourense, probablemente el tipo de transbordo más común. Distintas fuentes aseguraron que probablemente no dio tiempo a cargar esas combinaciones, pero descartaron que se eliminen a causa de los trabajos para ampliar la terminal madrileña, algo que por otra parte no tendría sentido.