El espacio gastronómico abrirá de nuevo para la Feira Medieval

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

roi fernández

Diego Dapresa obtuvo la concesión por 8.000 euros anuales

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La explotación del espacio gastronómico de la plaza de Abastos fue adjudicada a la única oferta que se presentó al concurso municipal. El monfortino Diego Dapresa Díaz obtuvo la concesión del servicio por los dos años de duración inicial del contrato, que podrá ser prorrogado por ese mismo período de tiempo si ambas partes así lo deciden llegado el momento. El precio de partida era de 7.896 euros anuales y el ganador del concurso ofertó la cantidad de 8.058 euros. La firma del contrato se llevará a cabo en cuanto sea presentada la totalidad de la documentación requerida por el Ayuntamiento.

Diego Dapresa trabaja en la actualidad en la tapería El Convento, que es propiedad de su familia. La fecha de reapertura prevista para el espacio gastronómico es el día 5 de abril. El nuevo encargado de la gestión quiere disponer de ese modo de unos días de rodaje antes de la celebración de la Feira Medieval, durante la que se instalará el tradicional mercado en la parte central de la plaza de Abastos.

El espacio gastronómico, bautizado con el nombre de Picota, fue inaugurado en noviembre del 2012. Surgió con el propósito de ser un referente de los productos culinarios de la Ribeira Sacra, pero las deficiencias en el acabado del local propiciaron la marcha del primer responsable de su gestión. Esos fallos constructivos motivaron que se incautase, dos años después, la fianza depositada por la empresa que se hizo cargo de las últimas obras de reforma en la edificación. Aunque el Ayuntamiento realizó diversos arreglos en la cafetería, los dos concursos convocados con anterioridad al que acaba de ser adjudicado tuvieron escaso éxito.

El primero de ellos, en abril del 2015, quedó desierto. En la siguiente convocatoria, nueve meses después, se introdujeron algunos cambios en el pliego de condiciones para hacer más competitivo el negocio. Entre esas modificaciones estaba la posibilidad de servir raciones, ya que antes solo se permitían las tapas. También se autorizó la instalación de un televisor en el local, algo que no contemplaban inicialmente las bases. El servicio llegó a contratarse entonces, pero el adjudicatario renunció a seguir al frente de la concesión a los pocos meses.

Cambio de nombre

Diego Dapresa quiere dar un giro al negocio, que empieza por el cambio del nombre por el que se conocía hasta ahora. En esta nueva pasará a denominarse O Viñedo en vez de Picota. «La idea es encajar el espacio gastronómico en una ruta de tapeo con los negocios que ya funcionan en la zona. Tirar de las tapas tradicionales de Monforte y de los vinos de la Ribeira Sacra», dice el nuevo responsable.