Los mejores alimentos de la dieta atlántica: siete productos gallegos que no pueden faltar en tu despensa

COCINA SALUDABLE

CAPOTILLO

Demonizados como la patata, técnicamente estacionales como el berberecho o laboriosos como el pulpo, lo cierto es que en la actualidad cargarse de nutrientes es sencillo si sabemos cómo

05 may 2022 . Actualizado a las 14:37 h.

Como si de preparar una pastilla de caldo concentrado se tratase, pedimos a tres nutricionistas que escojan de lo bueno, lo mejor. O lo que es lo mismo, de entre la variedad de alimentos que ofrece la comunidad gallega, tienen que quedarse con esos productos que, para ellas, son un auténtico elixir. Los gallegos se encuentran entre los más longevos de Europa (por detrás de Baleares y dos comarcas de Grecia e Italia), y buena parte de las razones que aducen los expertos para explicar por qué gozamos tan buena salud están vinculadas a la alimentación. 

Aunque el consumo de procesados también está a la orden del día en la esquina noroeste peninsular, lo cierto es que muchos gallegos se alimentan bien casi por inercia debido a la cantidad de productos saludables que tenemos a tiro de piedra. No obstante, de entre toda la despensa saludable, hay alimentos que se ganan la matrícula de honor por sus muchas cualidades nutritivas, la facilidad para adquirirlos y su versatilidad en la cocina.

Pulpo

Para la nutricionista Ángeles Novo el pulpo tiene que formar parte sí o sí de la dieta de un gallego. Más ahora que en cantidad de supermercados podemos adquirirlo ya cocido y listo para consumir. «No aporta muchas calorías, (solo 82 Kcal por cada 100 gramos); pero ojo, el aceite y el pan, si nos pasamos con la cantidad, pueden convertirlo en un plato muy calórico, por eso a veces se demoniza». Continúa esta experta: «El pulpo se caracteriza por aportar principalmente, proteínas, y entre los minerales destacan el potasio, el sodio, el calcio y el hierro, por lo que es una buena opción para personas que sufran anemia. También destaca por su contenido en yodo, lo que lo hace ideal para personas que sufran hipotiroidismo. Además, también es rico en vitamina A y en vitamina B12. Y es una buena fuente de Omega 3, importantísimo para la salud cardiovascular».

Bonito de Burela

«Es mejor que el atún porque este puede aportar altas de metilmercurio (solo perjudiciales si se consume este pescado en grandes cantidades), y el bonito al ser más pequeño, no. Por otro lado, es una excelente fuente de ácidos grasos poliinsaturados, perfectos para prevenir enfermedades cardiovasculares», comenta Novo. Para personas mayores, consumido en conserva es ideal porque les evita cocinar y, además, se puede consumir en ensaladas de todo tipo,, en tostas y en revueltos.

Grelos

Parecía inevitable que esta verdura saliera en la lista y, evidentemente, aquí está. Tanto los grelos como las nabizas (su origen común es el nabo, pero según la época del año encontramos uno u otro alimento) «son fáciles de preparar y además versátiles si queremos ir cambiando de platos, porque además de comerlas de la forma tradicional, hervidas con patata o en un cocido, también podemos saltearlas al ajillo con gambas o pulpo, hacer una empanada...». Las posibilidades son infinitas, casi tanto como sus propiedades nutricionales. Según el CSIC, ambas hortalizas tienen un bajo índice calórico y un elevado contenido en fibra, por lo que su consumo contribuye a reducir el riesgo de enfermedades. Además, son ricos en proteínas y son fuente de minerales como potasio, hierro, calcio y vitaminas.

Aunque siempre es bueno incluir en el menú este tipo de productos, dado que buena parte de su aporte nutricional se queda en el agua cuando se cuecen, es importante de vez en cuando prepararlos en forma de sopas, caldos o salsas.

Pimiento de Arnoia

Adriana Fernández Vidal se queda con el pimiento de Arnoia. «Es una hortaliza de gran valor nutricional rico en fibra, vitaminas y minerales. La variedad de Arnoia es suave, carnoso y muy sabroso. El suelo, el microclima y el cuidado tradicional son los responsables de esta maravilla. Es un gran ingrediente para los platos del verano». Según Fernández Vidal queda delicioso asado, pese a que lo más habitual es prepararlo frito. Yo no suelo recomendar que se abuse de esta elaboración, pero de prepararse mejor que sea con aceite de calidad bien caliente, del que escurriremos el exceso de grasa. Otra alternativa es hacerlo en guisos o en tortilla, donde están buenísimos también», asegura la experta.

Berberechos

«Con la cantidad de buenas conserveras que hay en Galicia, deberían ser el típico recurso del que tirar cuando no sabemos qué cenar». Ana Golpe es una fan incondicional de los berberechos, también en su opción en lata, que sacan de infinidad de apuros y tienen más usos de los que muchos podamos imaginar. «La calidad de este producto en Galicia, por ejemplo el berberecho de Noia, es brutal, y si a eso le sumamos su alto valor proteico y que apenas tiene calorías, es perfecto para la mayoría de personas». Entre sus nutrientes se encuentran: potasio, magnesio, yodo, calcio, y vitaminas del grupo A y E.

Esta nutricionista recomienda consumir berberechos para comer, para cenar y para merendar si te apeteciese, considerando razonable unos 200 gramos por ración. Además de hervidos con un chorrito de limón, Golpe invita a incorporarlos en ensaladas e incluso como toppings en los purés de verduras de la semana.

Patata de Coristanco

La patata gallega es excepcional por las características edafológicas de los suelos, las condiciones climáticas de las zonas de producción y debido al trato de los agricultores que suelen recoger la patata de forma manual. De entre todas, la variedad kennebec de Coristanco es de las más apreciadas, y un sello de identidad de algunos de uno de platos más emblemáticos de la gastronomía local: la tortilla de Betanzos.

 «Perfectamente se puede tomar patata tres o cuatro veces a la semana, la cuestión es prepararla cocina o al vapor, para aprovechar sus nutrientes, que son muchos. La gente le tiene mucho miedo a este producto y es porque claro, si se acompaña de salsas procesadas o siempre que se toma son patatas fritas, pues cambia la cosa», explica Golpe, para recomendar, también, su preparación al horno con piel.

Entre las propiedades de la patata destacan la vitamina B1, B3 y B6 (su micronutriente más destacado), es rica en hidratos de carbono y, 200 gramos de patata, cubren el 22 % de las necesidades diarios de potasio. También cuenta entre sus minerales con presencia de selenio y hierro.

Mejillones

Galicia tiene casi 3.500 bateas, la mayoría de ellas en la ría de Arousa, y es la primera potencia mundial en cultivo y comercialización de mejillón. Un mejillón inigualable por la excepcionalidad de su calidad y su sabor. 

 «Se trata de un alimento muy rico en proteínas, con pocas calorías y que destaca por su elevado contenido en vitamina A, vitaminas del grupo B y vitamina K», dice Ana Golpe para continuar: «Es un producto que tener muy en cuenta para cuidar nuestra musculatura y los huesos por su alto contenido en calcio; además, una taza de mejillones equivale a un 30 % de ingesta recomendada diaria de fósforo y omega 3». Aunque hay mil maneras de prepararlos, esta experta no tiene dudas: «Para mí como están más ricos es también como son más saludables: al vapor y con un chorrito de limón».