«Con 17 años me enamoré de una alemana en Sanxenxo»

t. taboada

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Entrevistamos al cocinero Pepe Solla que nos habla sobre el amor

26 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El cocinero Pepe Solla opina que el amor no va ligado a épocas ni a estaciones. Considera que el hecho de enamorarse ni se programa ni se organiza. Como la mayoría de los ciudadanos, cuenta con una historia de amor estival.

-¿Cree que el verano es una buena época para enamorarse?

-Yo creo que el amor no tiene época. Surge y punto. Lo que sucede es que en verano disponemos de más tiempo para el ocio y por eso es más fácil estar con chavalas.

-¿Se enamoró alguna vez en verano?

-Sí. Tenía 17 años y me enamoré de una alemana en Sanxenxo. Se llamaba Amaia y tenía seis años más que yo. Era hija de emigrantes navarros en el país germano.

-¿Cómo la conoció?

-Mis padres compraron un piso en Sanxenxo y veraneábamos allí. Fui conociendo gente y formamos una pandilla. Amaia y yo teníamos amigos en común y estábamos en el mismo grupo.

-¿Se acuerda del lugar exacto donde surgió el amor?

-No me acuerdo pero seguramente surgió saliendo de marcha, bailando o comiendo pipas.

-¿Y del primer beso?

-Probablemente nos lo diésemos en la Playa de Silgar, en el muro del paseo marítimo o en el Pub Cocos.

-¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?

-Un mes. Era el período vacacional de ella y de su familia en Sanxenxo.

-¿Lo pasó mal cuando se fue?

-Sí. Recuerdo que los primeros días la echaba mucho de menos. No estar con ella se me hacía muy raro. Con el paso de los días se me fue pasando. Nos habíamos intercambiado las dirección y estuvimos un tiempo carteándonos.