Otro verano con saldo positivo

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Pese a la venta de Nolito, el Celta ha gastado menos que en cursos anteriores

01 sep 2016 . Actualizado a las 13:43 h.

El mercado de fichajes se cerró para el Celta sin sorpresas de última hora. Esto es, con los cinco fichajes que se habían ido anunciando a lo largo del verano -el último, esta misma semana- y sin más traspasos que el de Nolito al Manchester City. Esto supone que la entidad ha realizado un gasto en refuerzos que ronda los siete millones de euros, menos de la mitad de los 18 que había ingresado por la venta del gaditano.

Un año más, el Celta ha tenido un verano sin grandes dispendios. Es más, el gasto ha sido sensiblemente inferior al realizado en las dos temporadas anteriores, con la diferencia de que entonces no había podido disfrutar de ingresos comparables a los que recibió por Nolito. La mayor inversión de este mercado le corresponde a Pione Sisto, mientras que en el caso de Lemos y Naranjo, costaron alrededor de un millón de euros cada uno. A ellos se sumaron Roncaglia, que llegaba libre, y Rossi, con la fórmula de cesión que también implica coste cero.

El año pasado había llegado libre John Guidetti, mientras que por Daniel Wass se había abonado 1,7 y por Dejan Drazic 1,1. La gran apuesta hasta llegar a los 7,7 millones de desembolso total fue Iago Aspas, cuyo regreso logró el Celta a cambio de 4,9 en junio del 2015, lo que le convertía en la gran apuesta de esa temporada. 

El precedente de Aspas

Precisamente, la anterior venta millonaria que había realizado el Celta había sido la del moañés al Liverpool en el 2013. Pese a poder contar con diez millones, tampoco el club había tirado entonces de talonario para reforzarse. Habían llegado Fontás y Charles por un millón de euros cada uno, Nolito por 2,5 -se adquiría en ese momento el 65 % del pase y ya posteriormente, la totalidad- y Rafinha se había incorporado a la disciplina celeste en calidad de cedido. La cifra total era así de cerca de cinco millones.

Al año siguiente, en la primera temporada de Berizzo, el mayor gasto correspondió a Pablo Hernández, con 1,6 millones. Radoja costó 900.000 euros y Larrivey, Sergi Gómez y Carles Planas llegaron libres.

En este mercado, el equipo se ha mantenido fiel a su filosofía de no realizar grandes desembolsos. Cierra de este modo el mercado con un saldo positivo de once millones de euros y habiendo mantenido a su bloque, dado que al margen de Nolito, solo se ha deshecho de cedidos.