El frío no será un problema en Ucrania

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Hidratarse con bebidas templadas y un calentamiento más intenso, claves para jugar en el Metalist

21 feb 2017 . Actualizado a las 14:39 h.

El Celta cuenta las horas para reencontrarse con el Shakhtar y con Ucrania. Mañana, a las ocho de la mañana, el equipo pondrá rumbo a Járkov en un vuelo privado, llegará sobre las dos de la tarde y a las siete, hora local, realizará en el estadio Metalist su único entrenamiento previo a la eliminatoria. No habrá fase de aclimatación, aunque parece que el equipo tampoco la necesitará. La previsión es que las temperaturas mínimas ronden los cero grados y las máximas se aproximen a los dos. El temido frío ucraniano parece que será más benévolo de lo esperado en un principio, y eso es una buena noticia para los intereses célticos. «El frío será soportable, eso afecta más a los que no juegan que a los que están en el campo. Igual en el banquillo o fuera se pasará peor», auguraba ayer Andreu Fontás.

Combatir el frío sin que las bajas temperaturas repercutan en la competitividad tiene pequeños trucos. El primero pasa por la hidratación. Será fundamental que los futbolistas tomen muchos líquidos y nutrientes, especialmente bebidas calientes. Los tés pueden ser un buen aliado antes, durante y después de la contienda. Una alimentación nutritiva, pero que tampoco variará mucho de la que habitualmente sigue el equipo, también es otra de las recomendaciones.

Uno de los principales riesgos que entrañan las temperaturas heladas son las lesiones musculares. El frío eleva el peligro de sufrir problemas físicos, por lo que será necesario que el equipo realice un calentamiento y un trabajo de estiramientos muy intenso y de carácter preventivo más prolongado de lo habitual. Los masajes también pueden ser un buen aliado para que la musculatura de los jugadores no se resienta y durante los 90 minutos rindan sin temores. Tras la contienda, más de lo mismo. Estiramientos adecuados, masajes de recuperación y calor.

A nivel de vestuario, las mallas y camisetas térmicas serán un aliado de los jugadores. «Hay térmicas, cosas para eso, y una vez que estás en activo es difícil estar frío. No creo que nos vaya a afectar mucho, tiene que ser secundario y hay cosas para resolverlo y no tener que sufrir», destacaba ayer Fontás.

El estadio que aguarda a la tropa de Eduardo Berizzo es un Metalist con capacidad para unos 40.000 espectadores y cuyo terreno de juego no debería estar en malas condiciones. Cuenta con un sistema de calefacción que se encarga de mantener el césped en buen estado a pesar de que en los últimos tiempos no han sido muchos los partidos de élite que se han disputado allí. La última vez que el Shakhtar jugó en el estadio de Járkov, que ha acogido contiendas de la Eurocopa, fue en noviembre del 2016 frente al Karpaty. «Estamos acostumbrado a jugar en todo tipo de campos, mejores y peores, Balaídos es un ejemplo, no está en las mejores condiciones. El jugador se adapta y si el césped está duro habrá que usar otro taco y no habrá problema», receta el central del Celta. Con la liga ucraniana detenida, el Metalist no se ha quedado huérfano de todo de partidos, ya que el equipo aficionado Metalist 1925 disputa allí sus compromisos como local. La próxima vez que el campo se vista de gala, tendrá al Celta como invitado.