El factor humano, la gran clave

Laurent Rivier DESDE FRANCIA

GRADA DE RÍO

11 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Beauvue se convirtió en el Guingamp en uno de los delanteros más destacados de Europa. Es un jugador muy dinámico que fue fichado por Gourvennec con la idea de colocarle como extremo, pero en la segunda temporada, como delantero, dio un paso hacia adelante con 27 goles. Todo se juntó para que lograra el éxito: la confianza depositada en él, el enorme cariño por parte de la afición que se ganó desde el principio... Ya tenía problemas frecuentes en el Aquiles que le obligaban a ser cuidadoso, pero sin llegar a sufrir ninguna lesión grave como de la que acaba de salir.

Anotó muchos goles, todos importantes y algunos espectaculares. Sobre todo los de cabeza por los que le apodaron Air Beauvue también en referencia a Air Jordan, porque es un gran seguidor de la NBA. Demostró ser un gran tipo y dejó un recuerdo excelente e imborrable, histórico a la altura de Didier Drogba y Florent Malouda, que también marcaron época. Siempre fue accesible para la gente hasta el punto de que cuando volvió con el Lyon marcó el único gol del partido y no lo celebró. Después se fue a un bar en el centro de Guingamp para hablar y bromear con los aficionados.

Es cierto que luego vivió la experiencia de que las cosas no son iguales en un club más grande donde tienes mayor competencia. En Lyon las cosas no salieron bien porque no le aceptaron en el vestuario, él da mucha importancia a las relaciones humanas y no se sintió arropado. Mientras en el Guingamp los compañeros trataban de sacar partido a sus cualidades, en Lyon no contaban con él y eso le afectaba mucho. Le obligaban a intentar cosas que no iban con su juego. No era el sitio para él.