Unos recuperan, los otros afinan

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El Celta aprovecha el parón para que futbolistas muy cargados de minutos, como Mallo o Cabral, se repongan, mientras otros apuran el paso

22 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Podría decirse que la plantilla del Celta marcha a dos velocidades. Por un lado hay un grupo de jugadores que tiene las piernas sobrecargadas de minutos por culpa de la cantidad de partidos que ya han disputado, y por otro hay futbolistas cuya participación en el equipo es casi testimonial o, como mínimo, está muy lejos del protagonismo de sus compañeros.

Para intentar que la brecha entre las dos vertientes se reduzca en la medida de lo posible, el planteamiento de trabajo de estos días en A Madroa lleva ritmos dispares. Mientras Eduardo Berizzo y su cuerpo técnico insisten en conceptos tácticos y ensayan con un grupo de jugadores acciones, otros realizan trabajos más livianos y esencialmente destinados a descargar.

Hugo Mallo y Gustavo Cabral pertenecen a este último grupo. Son dos de los futbolistas que más minutos llevan en la campaña y el Toto quiere aprovechar el parón para mimarlos y que se recuperen del intensísimo desgaste que arrastran desde que comenzó la campaña. Ayer los dos defensas hicieron una parte del entrenamiento con el resto del grupo, pero luego se dedicaron a trotar por la banda y a realizar ejercicios poco exigentes.

Por contra, Rossi, Bongonda, Señé, Fontás, Sergi Gómez, Planas, Álvaro Lemos, Pape Cheikh y Jozabed practicaron a las órdenes del Toto trabajo específico. Salida de balón, centros y remates a portería con los que insistir en los conceptos que promulga el entrenador argentino, que demandó durante toda la sesión que imprimiesen velocidad a cada intervención.

En el caso de Beauvue, aunque se encuentra recuperado de su lesión y empieza a disfrutar de protagonismo en el equipo, el Celta prefiere cuidarlo y ayer se quedó haciendo trabajo en el gimnasio, en el que continúan también los lesionados Rubén y Marcelo.

«Levamos tres meses cunha carga de partidos moi intensa, este parón creo que nos vai servir para recuperarnos física e psicoloxicamente de moitos partidos e para afrontar o mes de abril que vén tamén cargado de encontros e que vai ser decisivo en todas as competicións. Hai que estar frescos tanto física como mentalmente», recetaba ayer el portero Sergio Álvarez, que considera que incluso a los internacionales, que estos días no dispondrán de descanso, les vendrá bien cambiar de aires y abstraerse durante unos días de la maratoniana agenda celeste.

Entrenamiento de continuidad

La carga de partidos que ha afectado a más de la mitad de la plantilla del Celta desde que comenzó el curso, y que tiene a Radoja como máximo exponente, ha obligado al cuerpo técnico a alterar la forma de planificar el trabajo esta temporada. Así, los jugadores más cargados de minutos cambiaron las tradicionales sesiones de recuperación postpartido por una suerte de entrenamientos de continuidad, y son los propios encuentros los que sirven de preparación al equipo. Es decir, es a lo largo de la propia competición donde los célticos están intentando mejorar su juego y corregir los problemas que se van detectando. Porque hacerlo entrenando, con partidos cada 72 horas, es impensable.

Ciclos de 72 horas esperan a la vuelta de la esquina 

«Xa estamos acostumados», comentaba ayer Sergio Álvarez cuando se le planteaba la intensa agenda que espera al Celta durante el mes de abril. Nueve partidos en pocas semanas que obligarán al equipo a dar continuidad a una estrategia de recuperación postpartido que hasta el momento le está funcionando.

Según los estudios, 72 horas es el tiempo que necesita un deportista para reponer las reservas de glucógeno muscular que agota tras un partido de fútbol, una reserva de energía fundamental a la que el cuerpo acude cuando le toca desarrollar ejercicios prolongados e intensos como los que se desarrollan en cada contienda. Prácticamente desde que comenzó el mes de agosto el Celta ha tenido que enfrentarse a esa realidad, la de jugar cada tres días con el desgaste físico y psicológico que conlleva. Y tras este parón, vuelta a empezar.

Para lograr que los futbolistas se recuperen y compensen la fatiga los diversos estudios publicados hablan de la necesidad de una correcta rehidratación, la ingesta posterior al partido -mejor en las dos horas posteriores- de hidratos de carbono que carguen de nuevo de energía el cuerpo, así como la recuperación fisiológica de los jugadores. Suaves sesiones de entrenamiento o bien tratamientos frío/calor así como el recurso de los fisioterapeutas son vías válidas para poner a punto a los equipos cuando la agenda no permite derrochar tiempo.

El otro extremo a tener en cuenta son las molestias, golpes y lesiones que afectan a los futbolistas y con las que equipos como el Celta ya se han acostumbrado a vivir esta temporada. Rubén Blanco, Marcelo Díaz, Tucu Hernández... La lista de futbolistas que han tenido que parar por problemas físicos es larga.

El factor mental

Cuando los ciclos de partidos cada 72 horas se vuelven reiterativos, como en el caso del Celta, que ha alternado Liga, Copa y Europa League, descargar la mente es fundamental. Sobre todo, cuando ya se llevan un buen puñado de finales a cuestas, como los célticos.