Reencuentro celtista en Bélgica trece años después

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Un matrimonio vigués y un celtista belga que les acoge mañana en su casa se conocieron en Brujas en el 2003

19 abr 2017 . Actualizado a las 09:32 h.

Trece años después, Marga y Ángel volverán a vivir un partido continental del Celta en Bélgica con su amigo nacido en ese país Anthony Miguélez. Esta vez irán juntos al campo, pero aquel 16 de septiembre del 2003 llegaron cada uno por su lado al estadio donde los vigueses visitaban al Brujas.

Allí se conocieron y comenzó aquel día una amistad entre la pareja de aficionados vigueses y el celtista belga descendiente de gallegos que ha sobrevivido al paso del tiempo y a la ausencia del equipo vigués en competición europea. El matrimonio incluso ha conseguido que su amigo sea miembro de la peña a la que ellos pertenecen, Tabernícolas.

Ahora Anthony será el anfitrión de sus amigos. «Llegamos el mismo jueves y nos quedamos en su casa. Él es un verdadero crack», señala Ángel. Hijo de padre gallego -de Matamá, detalla- y celtista, nació en Bélgica, pero se enamoró del Celta desde una edad muy temprana. «La primera vez que fui a Vigo fue a los ocho años. Pero no vi al equipo jugar en Balaídos hasta la época de Segunda, el 2008. ¡Mi primera vez en directo fue aquella de Brujas!».

De esa visita del Celta se llevó a dos amigos con los que siempre ha seguido en contacto. Y que ahora le devuelven la visita. «Viene por casa siempre que se le ocurre», cuenta Ángel. Lo confirma su amigo. «Nos dimos la dirección y yo no voy a otro sitio de vacaciones que no sea Vigo. Allí lo tengo todo, no necesito nada más. Y cada vez que voy, nos vemos. Estuvimos en contacto siempre».

Todo empezó en el exterior del Jan Breydel Stadion de Brujas. «Fue toda una historia. No teníamos entrada, no nos la vendían. No quedaban y las de la afición visitante las tenía el Celta», recuerda Ángel. En la misma situación, sin billete, estaba Anthony. Pudieron conseguirlas gracias al entonces gerente, que le dijo que ya se las pagaría en Vigo. «Pero Anthony ya nos había dado los 50 euros de la suya y como yo quedé de pagarlas al llegar pero no me las quisieron cobrar, le mandamos la pasta de vuelta, porque no nos parecía ético . Él alucinaba». Aquel mismo año se vieron en el partido contra el Arsenal. Y luego ya en Vigo porque la situación del Celta no permitió más viajes internacionales. Hasta esta temporada.

Rubén empieza a hacer trabajo limitado con el grupo

El regreso de Rubén Blanco está un poco más cerca. El portero del Celta progresa bien de su lesión, según desgranó ayer el Celta. El pasado lunes por la tarde el mosense se sometió a una ecografía con la que los servicios médicos del club querían comprobar la evolución de su lesión, y los resultados obtenidos en la prueba fueron satisfactorios, por lo que ha podido reiniciar el trabajo con el resto del equipo, aunque de forma más limitada.

El canterano se recupera de una lesión en la cicatriz del recto anterior del muslo derecho que arrastra de una lesión previa. El jefe de los servicios médicos celestes, Juan José García Cota, desgranó la semana pasada que no querían arriesgar lo más mínimo con el futbolista y que esperarían a que la lesión estuviese totalmente cicatrizada y el portero no arrastrase molestia alguna. No quieren recaídas. Por otra parte, mañana Guiuseppe Rossi será intervenido en Dallas.

Berizzo se lleva a Bélgica a toda la plantilla, salvo Rossi

El Celta está ante una oportunidad histórica y Eduardo Berizzo quiere que toda la primera plantilla y los porteros que habitualmente les ayudan la compartan en Bélgica. El preparador argentino ha convocado a todos los futbolistas -salvo Rossi, al que mañana operan en Estados Unidos- para viajar a casa del Genk. Será allí donde el entrenador dé a conocer la lista de convocados definitiva.

Además de los jugadores de la primera plantilla que integran la lista, los porteros Iván Villar -que en la práctica ejerce de segundo por la baja de Rubén Blanco- y Ángel Fraga -en edad juvenil- acompañarán al equipo celeste a Bélgica. Rubén ya sabe que no se vestirá de corto ya que todavía no ha recibido el alta. 

Plan de viaje

A las 8.45 de la mañana arrancará la expedición céltica de A Madroa. Se trasladará a Peinador para tomar a las 10 el avión que les llevará a Lieja. Desde allí se desplazarán a Genk. Esta tarde entrenarán, mañana jugarán y a la 1.45 de la madrugada pondrán rumbo a Vigo de nuevo.

«Nunca me había sentido tan parte de un equipo como ahora», dice Fontás

El Celta está ante una oportunidad histórica y Andreu Fontás lo sabe. De hecho, asegura que lo ve como el partido más importante de su trayectoria. «He estado en el Barça, gané muchos títulos pero nunca me había sentido tan parte de un equipo como me siento ahora». El central asume que imponerse al Genk «no va a ser fácil, pero la gente está muy ilusionada y con ganas de entrar en la historia».

Ayer Fontás aseguraba que no había nervios en el vestuario, «un poco de tensión, nervios no, igual mañana [por hoy] un poco más. La tensión bonita de que se viene una cita muy grande». Les espera un duelo en el que el Genk se lo pondrá difícil. «Tendremos que estar a un muy alto nivel porque nos enfrentamos a un equipo descarado, que ataca, que no especula, un poco parecido a nosotros. Tenemos que estar a buen nivel si queremos llegar a semifinales». A la hora de alertar de los peligros belgas subraya su potencial ofensivo. «Son jugadores muy descarados, jóvenes, con muy buen uno contra uno, rápidos, fuertes. Tienen un equipo muy bueno, sobre todo de mitad para arriba, no nos sorprendió porque lo habíamos estudiado, aunque en el momento de enfrentarte a ellos lo sufres más».

Para contrarrestar las virtudes belgas, Andreu quiere un Celta que no vaya a defender. «Sería totalmente contraproducente. El último gol que encajamos nos puede servir para no pensar que está todo hecho, que nos vale ese resultado, porque eso es malísimo. Somos un equipo que no sabemos aguantar el resultado. Tenemos que plantear un partido muy parecido al que jugamos en las otras dos eliminatorias. Salir a tener más el balón que ellos y hacer goles porque es la forma de solventar la eliminatorias» y prolongar el sueño.